Mediante el juicio se separa Atman del cuerpo y las envolturas. Verso dieceiséis del Atmabodha

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Verso dieciséis del Atmabodha

vapustuṣśdibhiḥ kośairyuktaṁ yuktyavaghātataḥ
ātmānamantaraṁ śuddhaṁ vivicyāttaṇḍulaṁ yathā

Del mismo modo que se tamiza el grano, mediante el tamiz del discernimiento se debe separar el ātman como puro y distinto de su cáscara, que es el cuerpo y los demás envolturas a los que está unido.

 

vapus-tuṣa-ādi, el cuerpo, que es la cáscara, y el resto antara, otro, intimo, inherente
kośa, envoltura śuddha, puro
yukta, unido vi√vic, separar, discernir, distinguir
yukti-avaghātataḥ, por el acto de tamizar como acción del juicio, del discernimiento taṇḍula, grano
ātman, ātman yathā, como, así como

En el anterior verso se acaba de tratar el problema de la superposición o proyección (adhyāsa). El diagnostico vedántico consiste en reconocer todos nuestros problemas son falsas proyecciones de los tres cuerpos y de las cinco envolturas. Y cualquier falsa proyección desaparece cuando se aplica el conocimiento correcto. Sólo el conocimiento del hecho eliminara la confusión. La superposición (adhyāsa) continuará mientras que el hecho en relación al ser no es conocido. Mientras que no exista autoconocimiento el devenir (saṁsāra) continuará y no se solventará el problema humano. Ni la disolución del universo (pralaya) ni la muerte solucionaran el problema fundamental. Sólo el conocimiento podrá conseguirlo. A partir de este verso, Śaṅkara avanza hacia el siguiente tema. Si la ignorancia del ser (ātma ajñnanan) es el problema, la solución es su conocimiento (ātma jñānam). ¿Cómo consigo ese conocimiento? ¿Cómo pongo en marcha ese tratamiento? Si el diagnóstico está finalizado, y es correcto, ya está hecho el cincuenta por ciento del problema.

El conocimiento del YO verdadero (ātma jñnanam) sólo puede ser conseguido mediante un método, y este consiste en el estudio sistemático y constante de las escrituras de vēdanta durante un tiempo, y con la guía de un guru viviente y competente. En otras palabras, se requiere un programa educacional sistemático. ¿Por qué traemos a colación las escrituras y no la práctica, la meditación etc.? Si quiero mirar a mi propia cara no puedo ayudarme sólo con mis ojos; mis ojos son insuficientes para mirar mi propia cara. Mis ojos pueden ver el resto de objetos en la creación excepto mi propia cara. Si soy una persona inteligente y suficientemente humilde, debería hacer uso de un espejo, en vez de hacerme obstinado y emplear otro método. Usar el espejo es ser pragmático. Si sostengo que sentándome a meditar soy capaz de ver mi cara, entonces, puedo meditar durante miles de años que nunca lo conseguiré. Usar un espejo y ponerlo en frente de uno mismo es la tarea más sencilla. De forma similar, para conocer ātma no puedo utilizar un instrumento de conocimiento directamente porque todos mis instrumentos y sentidos están volcados hacia fuera y pueden estudiar todo menos al observador. El observador no puede ser observado por ningún instrumento, incluso por instrumentos que aumenten la percepción como un telescopio o un microscopio. En el caso de ver la cara física, lo requerido es un el espejo físico. El en caso de mi YO verdadero lo que se necesita es la enseñanza de las escritura védicas (śastra) por el guru. (guruśastra upadesha). El espejo es la escritura (śastra darpaṇaḥ). ¿Y por qué no vale un libro de física? Porque un libro de física habla del mundo, y no de mi. Vēdanta es una materia que habla del sujeto, del YO. Los tres pasos de los que consta el vedanta ya los hemos visto antes; escuchar y exponerse a la enseñanza, resolver dudas y contemplar (śrvaṇa, manana y nididhyāsana). Manana consiste en convencerse mediante la erradicación de las dudas. La escucha (śrvaṇa) es la adquisición del conocimiento. La resolución de dudas (manana) es la adquisición de convicción. ¿Cuál es la distinción entre convicción y el conocimiento? El conocimiento sin dudas es convicción. Śrvaṇa da conocimiento (jñānam), manana da el asentamiento firme del conocimiento (niścala jñānam). El sufijo upa de la palabra Upaniṣad representaśrvaṇa, upa es acercarse al guru y conseguir jñānam.

Desde el verso dieciséis al treinta y uno se habla de esta triada de śrvaṇa, manana y nididhyāsana. Después Śaṅkara hablará de la internalización de este conocimiento (nididhyāsana) para eliminar nuestras impresiones sutiles (vāsanās) en la mente derivadas de acciones previas y que se han asentado como reacciones y hábitos como la ira, el miedo, las ansiedades. Lidiar con estas impresiones sutiles será la tarea de nididhyāsana desde el verso treinta y dos.

Cuando estudias vēdanta y haces esta auto-inquisición, ¿Qué tipo de conocimiento da el vēdanta? Cuando usas la palabra «YO», hay dos factores que están involucrados. Uno es evidente y explicito. El otro no es agentemente tan evidente. Por ejemplo, pongamos el ejemplo del ventilador y la electricidad. Cuando miro al ventilador sólo reconozco un ventilador, una entidad tangible, pero sé que es una mezcla de dos cosas: un factor visible y otro invisible. El factor tangible lo veo moverse, y me da aire fresco. Pero para que se mueva y me de aire, requiere un factor «invisible» del cual, el ventilador no puede ser independiente para dar aire. Ambos están íntimamente mezclados. Nunca tendré aire si sólo uno estuviera presente. Cuando usas la palabra «YO», sólo piensas que hay un factor, pero hay dos, uno visible y otro invisible. El visible es el cuerpo y el aparentemente «invisible» es la consciencia, caitanyam, cit. El principio de consciencia es ātma. Y cada individuo es una mezcla de lo verdadero (ātma) y lo fenoménico (anātma). Anātma no es independiente de ātma. El primer principio de vēdanta es separar ātma y anātma. Es como separar el ventilador de la electricidad. ¿Y cómo lo separas? No hace falta separarlo físicamente, ¿Físicamente tocas la electricidad? Cognitivamente la entiendes. Y la segunda cuestión consiste en conocer la naturaleza de esa consciencia. ¿Cuáles son los seis principios o características de la consciencia? Las tres primeras son: No es una parte, no es una propiedad, no es producto del cuerpo. Así como la electricidad no es una parte, propiedad y producto del ventilador. La consciencia es una entidad independiente que envuelve y da vida al cuerpo, así como la electricidad es un principio independiente que envuelve y activa el ventilador. ¿Cuál es el cuarto principio? La consciencia no está limitada por los límites del cuerpo, así como la electricidad no está limitada por los límites del ventilador. La consciencia no tiene ni forma ni limite, no está limitado por el espacio. El quinto principio consiste en la continuidad de la consciencia. Continúa sobreviviendo incluso después de la muerte del cuerpo. La electricidad sobrevive aunque la bombilla o el ventilador se destruyan. Es eterno, no está limitado por el tiempo.

¿Y cuál es sexto principio? Después de la desaparición del cuerpo, la consciencia no estará disponible para transacciones en el mundo no porque la consciencia esté ausente sino porque no hay el cuerpo, que es un vehículo o medio, no se encuentra ya disponible para relacionarte o realizar transacciones. No es que la consciencia sea «no existente», simplemente no está disponible para las transacciones porque el medio del cuerpo no está disponible. Reconoces la electricidad a través del funcionamiento de un vehículo o medio como el ventilador, la bombilla, o la radio, ventilador. En la ausencia de un medio como el cuerpo, la existencia de la consciencia no es reconocible en la ausencia de ese cuerpo.

Cuando no hay vehículo o medio la consciencia está inmanifestada (avykata) en ese cuerpo. Y esta consciencia sin-forma, todo-envolvente, eterna, no tangible, está muy presente en el cuerpo y a través del cuerpo físico cuando esté está disponible. La primera lección consiste en separar el cuerpo y la consciencia. Ese es el trabajo.

Y la segunda tarea va a ser aprender a reclamar la consciencia como mi verdadera identidad, como «yo mismo», como «YO» en vez de reclamar el cuerpo como la identidad esencial. Lo bueno de vēdanta es que no hay una fecha-límite para asimilar esto. Todo el estrés de la vida, especialmente de la vida moderna sobreviene con las fechas-limites. De forma constate estamos afligidos por el tiempo, y por eso, es un gran problema. La ventaja con vēdanta es que puedes tomarte tu propio tiempo. Así, el primer trabajo es separar el cuerpo y en segundo no reclamar el cuerpo como la identidad esencial. Esto no quiere decir que se niegue o desprecie el cuerpo y se cree la típica dualidad espíritu-materia, cuerpo-alma. El cuerpo soy yo pero yo no soy el cuerpo. Igual que la silla de madera es madera pero la madera no es silla. La madera puede ser mesa o armario. La silla no.

El cuerpo no es independiente del ser, del ātma, de la consciencia. De hecho, el cuerpo es consciencia, la consciencia le presta vida al cuerpo y a cualquier nombre- forma (nāma-rūpa) en la creación. El cuerpo está vivificado por la consciencia, por sí solo, sería inerte; en la inteligencia se refleja la consciencia, al igual que el ventilador es activado y movido por la electricidad. El cuerpo es un medio temporal que uso. El vehículo o medio aparece y desaparece, va y viene, pero «YO», estoy detrás de este vehículo-medio. Cuando el medio está presente, hay transacciones, cuando no está, no hay. Aunque existan transacciones o no, siempre soy. Este es un aspecto importante en vēdanta. Por eso Śaṅkara lo elabora hasta el verso treinta y uno.

El verso señala que se ha de discernir qué es el ātman puro separándolo del cuerpo y de las envolturas asociadas, ātmānamantaraṁ śuddhaṁ vivicyā ¿Qué tipo de consciencia es? Pura, śudham ātmanam. No como el ventilador. El ventilador puede ensuciarse pero ¿La electricidad se ensucia? No. Siempre es limpia, independientemente de las condiciones del ventilador. De forma parecida, independientemente de las condiciones del cuerpo, ātma es nitya śudham ātmanam antaram (ātma puro, eterno e inherente, íntimo). Y ¿por qué separarla? Porque está «como si» estuviera mezclado con algo más. Si la consciencia estuviera separada, no hay problema pero está «como si» apareciera asociada con las envolturas, vapustuṣśdibhiḥ kośairyuktaṁ. Dotada o asociada con las envolturas (kośas), es decir, asociado con varias personalidades e identificaciones, que no son otras que las cinco envolturas: anatómica, fisiológica, psicológica, intelectual e inconsciente. Es la quíntuple personalidad o facetas del ego. Las cinco envolturas son comparables al cascaron que cubre al grano de arroz. Ātma es comparado al grano de arroz y el cuerpo es la cascara que cubre el grano. Las cinco envolturas (panca-kośas) son como los cascarones que cubren el grano de arroz. El verso dice que muelas o tamices mediante el juicio, mediante el discernimiento el cascaron del grano; el cuerpo y las envolturas de ātman. ¿Cuántas veces? Depende del discípulo (śiṣya). Tamizando, en el caso del arroz, en el caso de vēdanta este tamizado es yukti-avaghātataḥ, tamizado o juicio intelectual. Es un tamizado inquisitivo.

  1. Jaime dice:

    Hola Óscar,

    En el verso catorce parece que se empieza a dar a entender que la consciencia (¿alma?) puede experimentar más vidas. Se ha hablado de la influencia que pueden producir en una vida actual experiencias pasadas etc. Espero no haberlo entendido mal.
    Sin embargo en este verso señala que el la consciencia va separada del cuerpo pero que no es posible el que pase a otro cuerpo ¿?

    En definitiva no se si lo he entendido bien. Simplemente me preguntaba si en Vedanta se considera que las almas pueden experimentar distintas vidas o momentos.

    Gracias de antemano,
    Jaime.

    • Hola Jaime

      No hemos mencionado la palabra “alma” en toda la obra. La palabra alma no tiene origen sánscrito sino griego-latino. La consciencia es la esencia del individuo (jiva). Si analizamos la definición de materia, los físicos no pueden llegar a una definición ultima satisfactoria. En snascrito la materia no es más que nombres y formas, sin sustancia en si misma. Los nombres-formas dependen siempre de algo más. Ese algo más es la consciencia. La consciencia no esta separada del cuerpo. Sin consciencia no hay cuerpo. El cuerpo físico es inerte por sí mismo ya que no es capaz de reflejar la consciencia. El cuerpo sutil es capaz de reflejarla. Lo que transmigra es el cuerpo sutil, no la consciencia. La consciencia es el principio fundamental sobre el que se basa todo, incluido los tres cuerpos. El cuerpo sutil es lo que toma diferentes cuerpos físicos.

      • Jaime dice:

        Gracias por la aclaración Óscar. Escribí alma entre signos de interrogación porque no se si la consciencia es considerada como lo que nosotros entendemos por alma.

        Por tu respuesta deduzco que no se corresponde exactamente ni con el cuerpo sutil ni con aquella, aunque no me queda del todo claro.

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