La omnisciencia de Atman y su reflejo en el intelecto. Verso diecisiete del Atmabodha.

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Verso diecisiete del Atmabodha

sadā sarvagato’pyātma na sarvatrāvabhāsate
buddhāvevāvabhāseta svaccheṣu pratibimbavat ||

Aun siendo ātman siempre omnipresente, no se manifiesta en todas partes. Sólo se puede manifestar en la buddhi, igual que los reflejos en las superficies lisas.

 

sarva-gata, ominipresente, que está en todas las cosas buddhi, buddhi
api, incluso, también eva, justamente, precisamente, sólo
ātman, ātman svaccha, limpio, liso, pulido
na, no pratibimba-vat, igual que el reflejo
sarvatra, en todas partes
ava√bhās, aparecer, manifestarse

En este verso se enfatiza la tercera característica de la consciencia que comentábamos en el verso anterior. La consciencia no está limitada por los límites del cuerpo. Es ilimitada. El cuerpo tiene límites pero no la consciencia. Como e el ejemplo de la electricidad y el ventilador, la electricidad no se limita únicamente a los límites de la bombilla o el ventilador.

¿Dónde está la forma reconocida de electricidad? En el caso de la bombilla, en la luz, y en el caso del ventilador puedes reconocerlo en la forma movimiento y del aire que se mueve. La electricidad tiene dos formas: reconocible y no reconocible, vyakta y avyakta. La consciencia fuera del cuerpo no es reconocible. Es avyaktam. La misma consciencia presente en el cuerpo se encuentra en una versión reconocible. Y es reconocible como el principio de vida. Por eso, decimos que el cuerpo está vivo. La química se convierte en bioquímica por el toque de la consciencia.

Śaṅkara ha hablado del conocimiento como el principal medio de liberación, y en los versos seis al quince justifica esa proposición señalando que la ignorancia y los errores nacidos de la ignorancia son la causa de todos los problemas humanos. Desde que la ignorancia y el error son la causa de los problemas, la única solución es el conocimiento. El objetivo del buscador espiritual es conseguir conocimiento (jñānam) con jñānam-yoga y antes de perseguir jñānam-yoga, uno ha de obtener las cualificaciones (jñānam-yogyatā-prāptiḥ) para poder asimilar el conocimiento con karma-yoga. El viaje consiste en poner en practicar karma-yoga y obtener jñānam-yogyatā-prāptiḥ, la cualificación para el conocimiento, y después jñāna-yoga y mokṣa.

Śaṅkara asume que todos hemos logrado o hemos practicado karma-yoga y estamos cualificados para estudiar vēdanta. Esa es la asunción de Śaṅkara. Él empieza el viaje de jñāna-yoga desde el verso dieciséis. Jñāna-yoga consiste en śrvaṇa, manana y nididhyāsana: ganar el conocimiento, ganar la convicción (que no tenga dudas) y la asimilación o internalización del conocimiento.Śrvaṇa, la exposición a la enseñanza da conocimiento. Con la asimilación el conocimiento está disponible para ayudarme en el día a día de mi vida. El conocimiento no digerido, no asimilado, es tan bueno como el no-conocimiento.Al igual que la comida no-digerida no me nutre, el conocimiento no digerido no me ayuda. Incluso puede crear problemas. Śaṅkara empieza con śrvaṇa y desde el verso dieciséis condensa śrvaṇa y a partir de ahí, hablará de nididhyāsana.

El estudio consiste en analizar la naturaleza del individuo y éste es presentado como una mezcla de dos principios, ātma y anātma. Cada individuo es una mezcla, ātma siendo un principio vivo y consciente (cetana-tattvam) y anātama un principio inerte (acetana-tattvam). El individuo (jīvā) es una mezcla de ambos (Cetana- acetana-miśra).

Requerimos una inquisición profunda. Recuerda el ejemplo del ventilador. Normalmente recordamos la parte visible pero no solemos reconocer la parte «invisible» del principio de electricidad, pero sin electricidad el ventilador no funciona, y sin ventilador no tengo el frescor del aire. La vida es imposible si tengo únicamente ātma sin anātma porque ātma, por sí solo, no puede relacionarse en el mundo, y anātma, por sí solo, tampoco. Lo que opera en las transacciones del mundo es siempre una mezcla de ātma y anātma. En la última clase hablé de las cinco características del principio de consciencia: No es parte, producto, o propiedad del cuerpo/materia. La consciencia es una entidad independiente que abarca el cuerpo y le da vida. No está limitado por el cuerpo. La consciencia sobrevive incluso después de la desintegración de la materia y no puede ser reconocida por nosotros, no porque no esté presente, sino porque no hay vehículo o medio para reconocerla.

Shankara está exponiendo que la consciencia en su forma «pura», sin medio o vehículo, no es reconocible pero la misma consciencia está disponible en el cuerpo; La consciencia es reconocida como el principio de vida. Y así en el śastra la consciencia aparece en dos versiones: la consciencia donde el medio (el cuerpo, por ejemplo) está disponible, y cuando el medio no está disponible. La primera se llama cidhabasa, o cit-pratibimba o pratibimba caitanya, y, la segunda, la consciencia cuando el medio no está disponible se llama cit or cit-bimbah. Pratibimba significa reflejo y cit o caitanya, consciencia. La consciencia es siempre todo-envolvente bien en la forma of bimba (sin refractar) o pratibimba (reflejada o refractada)

El mejor ejemplo es la luz del sol, que se ve reflejada en la luna. Ves la luna e incluso dices que tiene luz. Parece que es la luz de la luna pero bajo la inquisición sabemos que no hay tal cosa como la luz de la luna. La luna no tiene luz, lo que vemos no es la luz de la luna sino la luz del sol reflejada sobre la luna. Es el reflejo (pratibimba) de la luz del sol (sūrya-prakāśa).. La luz del sol reflejada es la luz de la luna. Cuando la luz del sol está disponible como luz reflejada del sol, o también, la podríamos llamar luz de luna, percibimos la luz reflejada. ¿Y qué sucede en las otras partes del cielo?

Alrededor de la luna hay luz del sol (sūrya-prakāśa), y fuera de la luna también. El propio hecho de que veas la luna es una prueba de que todo el cielo tiene la luz del sol. El cielo está envuelto por sūrya-prakāśa pero, aun así, no reconocemos que es envolvente y que está en toda su superficie porque no hay un medio refractante. Este entendimiento de la consciencia es el primer paso en vēdanta. El cuerpo debe ser entendido como material —y lo mismo con la mente—, y la consciencia entendida como el principio no material sabiendo que, en realidad, la materia depende para su existencia y vida del principio consciente. Este es el primer paso conocido como cit-jada-vivekah.

¿Y cuál es el siguiente paso? De estos dos principios, ātma es real, y anātma es mythyā (falso). Primero se ha de discernir entre ātma-anātma, y luego entender que de los dos, uno es verdadero (satyam) y el otro es falso (mithyā). Cada paso puede llevarnos años y cada uno ha de ser asimilado. ¿Cuál es el tercer paso, y el más duro? De estos dos principios, ¿cual debería reclamar como «yo mismo»? En vez de reclamar el cuerpo, y las propiedades de mithyā como «yo mismo», debería cambiar la identificación de anātma-mithyā a ātma-satyam. Es ir contracorriente, y sólo cuando cambio la visión de mithyā-anātma a ātma-satyam sólo entonces puedo vivir una vida sin drama. La vida en su totalidad se convertirá en entretenimiento (līlā) sólo cuando cambias la visión. Estos son los tres pasos que uno ha de atravesar.

En el verso diecisiete, Śaṅkara enfatiza el tercer principio. La consciencia no está limitada por los límites del cuerpo, así como la luz del sol (sūrya-prakāśa) está en todo el cielo aunque no se refracte en todas el cielo. De la misma manera, la consciencia está más allá de las periferia del cuerpo. De forma que, no has de expandir tu consciencia porque ya es todo-envolvente (sarva-gata). ¿Cuándo es todo-envolvente? Siempre, no está limitada tampoco por el tiempo. Incluso si es todo-envolvente, puede ser no experimentado en todas partes, al igual que el ejemplo de la luz del sol (sūrya-prakāśa) no puede ser experimentado en todo lugar. De hecho, en los viajes espaciales, si vas más allá de la atmosfera, no tienes un cielo; ves un cielo desde la tierra porque la luz del sol es reflejada en la atmosfera y el color de la luz se esparce pero es luz reflejada, el azul pertenece a la luz del sol y no al cielo. Cuando cruzas la atmosfera no hay medio reflectante, por eso, es oscuro. No hay un medio para reflejar. En ese caso, es luz del sol no manifestada la que está presente aunque no esté disponible para verla por la falta del medio refractante. De igual forma, no puedes experimentar la consciencia en todas partes incluso aunque la consciencia esté existiendo. ¿Donde se puede experimentar? Donde hay un medio refractante; En el verso dice «buddau eva», en el intelecto, es decir, el cuerpo sutil es el único lugar donde la consciencia puede reflejarse. La mente es donde la consciencia puede reflejarse. En los objetos inanimados como una mesa también está la consciencia presente pero no la experimentamos o reconocemos porque la mesa no tiene mente, no tiene cuerpo sutil, y ¡gracias a Dios! Si no fuese así, la mesa se podría ir en medio de la clase. Donde hay mente el principio de vida será reconocible. Śaṅkara da un ejemplo: svaccheṣu pratimbhvat. Hay materiales capaces de refracción y otros no. La mesa está hecha de materia, y la mente también, pero la mesa no puede refractar por su combinación de elemento y porque carece de cuerpo sutil.

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