La meditación en el Atman destruye la ignorancia.Verso cuarenta y dos del Atmabodha

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evamātmāraṇau dhyānamathane satataṁ kṛte
uditāvagatijvālā sarvājñānendhanam
̇ dahet

Así, la meditación constante en el ātman es como la fricción hecha con el araṇi. Hace surgir la llama de la comprensión que quemará toda la leña de la ignorancia.

 

 

Evam, así, de este modo Udita-avagati-jivāla, llama de la compresión que surge
Ātma-araṇi, el ātman como el araṇi (varilla de madera usado para producir el fuego del ritual) Sarva-ajñana-indhana, toda la leña de la ignorancia
Dhyāna-mathana, fricción como meditación √dah, quemar
Satatam, constantemente
Kṛta, hecho

Evam, en esta manera, el verso habla de un tipo de contemplación que ha de ser mantenida durante un tiempo determinado, meses, años. ¿Cuál es esta meditación? En mi existe todo, y yo estoy en todo, esta es la contemplación, aham sarvesu bhūtesu, sarvaṇi bhūtani mayi. Todos están en mí, yo estoy en todos ellos. Los nombres-formas (nāma-rūpas) están ahí, soy el soporte, el ādhiṣṭhāna, la verdad de todos ellos, y en mi ellos existen. Y soy libre de ellos, soy paripūrṇam.

Esta contemplación (nididhyāsanam) se coloca como analogía con la fricción de las dos varillas que se usan en el ritual védico para producir el fuego. Cuando no existían las cerillas usaban dos varillas de madera y las frotaban (mathama). Cuando se hace un yajña se emplea este método, incluso hoy todavía. Los parsis, que siguen la tradición védica, siguen haciéndolo.

Esta fricción de las varillas para producir fuego (agni mathana) se pone como ejemplo, para compararla con la meditación sobre ātma, la fricción como meditación (dhyāna-mathaba) repetida una y otra vez. Y, ¿qué sucede mediante esta contemplación? La llama de la comprensión, jñāna jvālā. Cada vez brota mayor claridad y surge el fuego del conocimiento. Primero hay humo de conocimiento, es decir, conocimiento vago, con dudas, por ejemplo, con expresiones del tipo «creo que no debería saber», «sólo conozco palabras», «el conocimiento en sí me crea más dudas». Es precisamente por este tipo de dudas que la contemplación se vuelve importante. Cuando se hace durante un tiempo prolongado (satatam kṛt), surge la llama del claro compresión (avagati). ¿Y qué hace? Quema toda la ignorancia y toda su familia (todas las confusiones). No hay más «gasolina» que quemar, sólo tú permaneces en la forma de cit-ananda eka rasah.

Algunas personas me preguntan cuánto tiempo hay que mantener esta meditación. ¡Eh! Esta meditación es agradable, atmānanda. El camino, en sí, es agradable.

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