Vedanta tradicional

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No vamos a utilizar la palabra Dios aquí porque se ha abusado de ella. Utilizaremos la palabra Īśvara porque todavía no ha sufrido abuso. Incluso todavía no ha sido comprendida. Es una palabra en sánscrito usada en las Upaniṣads.

Hay un montón de cosas en este mundo que nos atraen. Algunas son muy fascinantes: un amanecer en la orilla del mar, un cuadro bello o una hermosa escultura, una persona ingeniosa. Todas estas cosas son fascinantes, pero podría decir que lo más fascinante es la claridad. La claridad implica ausencia de confusión. Una vaca tiene claridad ya que, no está sujeta a confusión, no hay elementos de subjetividad por parte de la vaca mientras se relaciona en diferentes situaciones. Por otro lado, como seres humanos, todos nosotros tenemos nuestros gustos y aversiones. Emitimos juicios sobre otras personas y también sobre nosotros mismos. Una vaca no tiene ninguna opinión sobre sí misma. No existe confusión sobre si tiene que comer hierba o no. Una vaca está programada y por ello sabe lo que tiene que comer. Si hay una pieza de carne y también un pedazo de pan, sin dudarlo una vaca consumirá sólo el pan. Sin embargo, cuando un niño hindú va a los Estados Unidos sus padres le advierten (especialmente su madre) diciéndole: « ¡Eh! Vas a ir a los Estados Unidos. No comas carne. Me han dicho que la gente come un montón de cosas allí. Recuerda, nosotros somos vegetarianos desde hace generaciones». Por tanto, le dicen que no coma carne mientras esté en los Estados Unidos. El hijo, si es una persona honesta contestará: «Mamá, lo intentaré. Intentaré hacerlo lo mejor posible». Intentará hacerlo lo mejor posible porque sabe que él tendrá la posibilidad de elegir.

Una vaca, americana o hindú, come la misma comida porque no tiene la facultad de elegir. La capacidad de elegir en los seres humanos está acompañada de la capacidad de autoconsciencia. Los seres humanos son también conscientes de ellos mismos como individuos. No es un hecho ordinario ser consciente del mundo y al mismo tiempo, ser consciente de ti mismo. Lees estas palabras y eres consciente de ser un lector. Esto es algo especial. La autoconsciencia te da el poder como ser humano para hacer enjuiciamientos no sólo sobre situaciones, también sobre ti mismo. Estos juicios derivan en gustos y aversiones respecto a todo. De este modo, te das cuenta que tener autoconsciencia y facultad de elegir crea un montón de subjetividad en la manera en que ves las cosas. La subjetividad conduce a la confusión. Hay casi siempre cierta confusión sobre ti mismo. Esta confusión se proyecta hacia los otros y hacia las situaciones, creando incluso un aumento en la confusión. En este sentido, tu subjetividad se coloca entre ti y ante el mundo que percibes. Por tanto, en las escrituras hindúes hay una larga discusión sobre la diferencia entre qué hay realmente y lo que vemos. Qué es Īśvara sŗșți (la creación del Señor), y qué es jīva sŗșți (la creación del individuo). Todo lo que está en esta creación no está creado por ti. Por tanto podemos decir que todo lo que te es dado es el sŗșți de Īśvara.

¿Qué es lo dado?

El sol es dado, la luna es dada, Júpiter es dado y Marte es dado. La galaxia que conocemos como Vía Láctea también es dada. Los mares, las montañas, todo ello es dado. Los polos norte y sur son también dados. Las fuerzas débiles y fuertes son dadas. Los padres te viene dados y tu les vienes dado a ellos. El lugar de nacimiento viene dado. No puedes alterar estas realidades. La capacidad de crear y actuar es también dada. Como todo esto es dado, tú eres una parte del orden de cosas que son susceptibles de apreciación. Apreciar es posible a través del complejo cuerpo-mente-sentidos. Este complejo cuerpo-mente-sentidos también te ha sido dado. Puesto que eres una persona autoconsciente, te consideras como un individuo, y a través del complejo cuerpo-mente-sentidos que te ha sido dado, te haces un lugar en el orden de las cosas[1].

En el contexto de tu propio lugar en el mundo te relacionas con éste como si estuviese disponible, igual de disponible que la vaca.

Encontrando tu propio lugar en este orden dado de las cosas.

Una vaca también tiene su lugardesde el que se relaciona con el orden de las cosas. Hay un lugar asignado incluso para la vaca. La vaca cuenta con un cuerpo que es le es dado. Tiene cierta disposición. Está programada para responder de una manera dada. Una vaca siempre se comporta en la forma que le ha sido dada. Se adapta a su lugar. Un árbol de mango también tiene su propio lugar. Esto le mantiene en su propio sitio. Viviendo en su propiolugar da mangos. Si suponemos que es un mango Rajapuri sólo dará mangos Rajapuris, y no mangos Alphonso; no deseará un cambio. Mucho menos esperaríamos que un manzano nos de mangos. Incluso un pájaro es predecible en sus hábitos y comportamientos de vuelo. En contraste, los seres humanos son predecibles en cuanto a que son impredecibles. Debido a que tenemos autoconsciencia y facultad de elección dadas, contamos con una gran dificultad para encontrar nuestro lugar. Después de todo, no tenemos ni idea de cómo vamos a comportarnos en una situación dada. La música que aprecias hoy, puedes no apreciarla mañana. Lo que te gusta hoy, mañana te puede disgustar. Puedes no encontrarte de buen humor. Puedes amar la música, pero no en este momento. Puede gustarte una persona, pero no justo ahora. Por tanto, el ser humano parece tener un montón de subjetividad. No parece conseguir su propiolugar. Estás siempre intentando encontrar el camino hacia tu lugar ¿Se le llama a esto vivir? Esto es batallar en la vida. Esta averiguación no es realmente una prueba averiguación. Es más como andar a tientas, andar a tientas para comprender tu lugar en el orden de las cosas. Generalmente intentamos encontrar averiguar nuestro lugar en lo que respecta a inclinaciones profesionales y cosas así. Siempre contamos con opciones variadas: «¿Debo convertirme en médico, abogado o ingeniero?» «¿Debo casarme o no?» «¿Debo comprar un coche o no?» Sin embargo, también deseamos aquello que no podemos tener: «Ya tengo un coche pero quiero un Mercedes, pero al mismo tiempo tampoco quiero vaciar mi cuenta corriente» ¡Imposible! «No quiero estar solo, por tanto, debo casarme, pero tampoco quiero renunciar a mi tiempo». Otra vez, ¡Imposible! Así, uno tiene un problema. ¿Cuál es el lugar para este tipo de personas? Cuando todavía estás tanteando en encontrar tu lugar en el orden de las cosas, ¿Dónde está tu lugar? Tu lugar es aquel en el que puedas relajarte, igual que después de un largo viaje alcanzas tu destino y finalmente descansas. Entonces dices: «He llegado». El significado es que ahora puedes relajarte, estás en paz. Puedes relajarte en ese momento porque estás en tu lugar. Es como una pelota rodando en un juego de mesa. Se mantiene en movimiento hasta que encuentra su lugar. Entonces es tan ceñido o adecuado que simplemente se ajusta a su propio espacio. De forma similar, cada uno de vosotros está tanteando para encontrar un lugar en el orden de las cosas donde pueda sentirse absolutamente como en casa. A la larga, uno debería sentirse cómodo en cualquier lugar del universo, pero esto requiere un gran entendimiento. No tiene por qué ser solamente un lugar particular o un momento en el que te sientas relajado, porque no puedes estar en el mismo sitio todo el tiempo. Una vez que alcanzas tu lugar, debes sentir lo mismo tanto si estás en India, América o donde sea. Donde sea que vaya debo encontrarme en contacto con la totalidad. Esto es lo que todo el mundo está buscando. Encontrar el puesto exacto es la lucha en la vida. Los años pasan e incluso a la edad de noventa años la gente me dice: «Swamiji, he hecho de todo pero, śānti nahi hai! (no tengo paz)». Incluso noventa años no parece ser suficiente tiempo para encontrar tu lugar. La lucha por encontrar tu «espacio» es posible únicamente cuando tienes menos subjetividad. Una vaca disfruta su lugar. El árbol del mango disfruta su lugar. Incluso las amebas disfrutan su puesto en el mundo. Cuando están en tu estómago han alcanzado exactamente el lugar donde tiene que ir. Para ti, encontrar tu lugar es difícil porque no eres una persona enteramente objetiva.

El sŗșți del Jīva es subjetivo

Tienes una opinión sobre ti mismo. Esta opinión es puramente subjetiva. No tiene nada que ver con la objetividad. Sabes que te han sido dados tu cuerpo físico, tu mente, tus sentidos, tu memoria, tu familia, y tu raza, pero todavía tienes opiniones sobre todas estas cosas. Por tanto, hay algo de objetividad y hay también subjetividad. ¿Qué es esa subjetividad? Tienes un cuerpo pero no te gusta el color de tu cuerpo. Te gusta la altura de tu cuerpo pero no el peso del mismo. No te gusta la forma de la nariz de ese cuerpo. ¿Cejas? No te gustan. ¿Qué significa esto? No eres totalmente objetivo. Eres subjetivo. Esta subjetividad es Jīva sŗșți, la creación del individuo. A nadie le gusta la calvicie pero realmente no aprecias las ventajas de la misma. La calvicie conlleva que no necesitas comprar champú. ¡Una cosa menos que comprar! No tienes caspa pero aún así no te gusta la calvicie. Esto significa que tienes mucha subjetividad. La calvicie es objetiva si la aceptas. Si no te gusta, eso es subjetividad. Por tanto en la objetividad, desde luego, no hay problema. En la objetividad existe solamente simple apreciación. Puedes descubrir tu lugar sólo cuando tu subjetividad es mínima. Encontrar el propio lugar es el problema. Por tanto siendo lo que eres no resuelves el problema. Porque ¿qué es lo que eres? Eres tus gustos y aversiones, tu propio condicionamiento, cualquiera que este sea. Esto es exactamente lo que eres. Por tanto, tienes que empezar viéndote a ti mismo de manera diferente. Tienes que mirarte en relación con un orden más amplio de las cosas. Si puedes hacerlo, entonces podrás salirte de esta particular forma de mirarte basándote en la subjetividad.

La objetividad es mirar al sŗșți de Īśvara

Cuando te vuelves más objetivo miras el mundo sin todas tus proyecciones. Un valle verde, una bandada de pájaros volando, o el océano rugiente no evoca ninguna subjetividad o confusión en ti. Parecen evocar solamente a una persona que aprecia, no a una persona que juzga. El mundo entero está para que lo aprecies en este sentido. Apreciar el mundo como es sin que intervengan tus proyecciones subjetivas es ser consciente de Īśvara. Ser consciente de Īśvara no es simplemente pensar en Krishna. No es simplemente pensar en el ídolo por la mañana y meterle en la cuna y mecerle para dormir por la noche[2]. Si olvidas a Krishna a la mañana siguiente, puedes decirte que Krishna está enfadado contigo. Sólo estás poniendo tus propias proyecciones en Krishna. Pobre Krishna. Cuando reduces la subjetividad puedes realmente apreciar a Krishna. Apreciar a Īśvara esapreciar todo lo que se te ha dado. Es abrazar al sŗșți de Īśvara y dejar de lado todas tus nociones subjetivas. Entonces aparecerá un tu-objetivo que podrá disfrutar con cualquier familia que te haya sido dada, que puede disfrutar a cualquier edad con su capacidades e incapacidades físicas asociadas, que podrá disfrutar con todas las cualificaciones que te han sido dadas. Esta reducción de la subjetividad es lo que llamamos relacionarse con Īśvara. Relacionarse con Īśvarano significa que sólo ofrezcas tu adoración, tu devoción, etc. Significa que vives tu vida entera siendo consciente de Īśvara. Ser consciente de Īśvara implica aceptación de todo lo que te ha sido dado. Para aquél que entienda esto, encontrar su puesto es simple. Uno reconoce que le ha sido dado un lugar y entonces trabaja dentro de ese lugar para crear una contribución a este sŗșți de Īśvara. Esto es claridad. Esto es relacionarse con Īśvara.

[1] N.D.E. En el orden del cosmos, en el contexto o esquema de la totalidad

[2] N.D.E. Swamji parece hacer referencia un conocido grupo religioso que en su ofrenda diaria da de comer, levanta, mece y acuesta a Krishna

Por Swami Dayananda Saraswati.
Traducido por Gloria Alcaide. Revisión Oscar Montero.
Fragmento de una serie de conferencias en Surat, India, en Febrero de 1994.

Tags: el señor en la cultura vedica, isvara, objetividad isvara

This entry was posted on domingo, enero 20th, 2013 at 20:55 and is filed under Vedanta. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. Both comments and pings are currently closed.