Introducción al curso de la Bhagavad Gita (parte III)

Continuamos con el artículo anterior y hoy nos situamos en la tercera parte de la introducción

3)  Karma-yoga como fase propedéutica para jñāna-yoga. Versos 39 al 53

Tal y como veíamos en el anterior artículo, el autoconocimiento puede que no sea fácil para todos y se necesite una preparación adecuada para recibirlo, y sobre todo, para asimilarlo. En esta parte, Kṛṣṇa va a exponer, de forma sintética, el conocimiento del yoga que ayudará a librarnos de los obstáculos para recibir y asimilar ese autoconocimiento.

gita4

En el verso treinta y nueve, Kṛṣṇa indica que ha expuesto en los versos anteriores el autoconocimiento (ātma jñānam o Brahma-vidyā), y del verso 40 al 53 va a exponer la sabiduría del yoga.

«Hasta aquí te fue declarada esta sabiduría con respecto al autoconocimiento. Ahora escucha también la sabiduría de yoga, dotado con la cual eliminarás la atadura de la acción, ¡Oh! Hijo de Pṛtha». II.39

Karma-yoga va a consistir en una disciplina moral fundamentada en una actitud muy particular sobre la propia acción. Es un actitud doble: la actitud a la hora de actuar, y a la hora de recibir los resultados de la acción. 

En primer lugar, a la hora de actuar, el karma-yogui observa kauśalam, esto es, actuar según el dharma en vez de los apegos-aversiones(rāga-dveṣas). Y en la hora de recibir los resultados de la acción observa ecuanimidad (samatvam) y la aceptación cordial de los frutos como provenientes del Señor (prasāda–buddhi).

¿Qué significa que actúa según el dharma en vez de los apegos-aversiones (rāga-dveṣas)? Que el karma-yogui se va a fijar más en lo que debe hacer en vez de sus apetencias, gustos, conveniencias. En primer lugar, ¿Qué son los apegos-aversiones? Son valores subjetivos que superponemos a algo, a los objetos, a las personas, a las situaciones, etc. El valor en sí no está en el objeto sino que se lo añadimos nosotros.

Por ejemplo: Decir que el dinero me hace seguro es un valor subjetivo. El dinero tiene un valor para las transacciones, sin embargo, no tiene la capacidad de hacerme seguro. El problema no está en el objeto en sí, sino en creer que tienen la capacidad de solventar un problema, como el de verme seguro o feliz. De modo que un apego (rāga) es un valor subjetivo por el cual se comete el error de creer que me va a solucionar algo más fundamental. Rāga también se suele usar para referirse al deseo pero no a todos los deseos, sino a los deseos vinculantes. ¿Cuáles son éstos deseos? Los deseos por los cuales,  si no se cumplen, siento que me falta algo  y me veo incompleto e insignificante. Son deseos que atan, esto es, que crean adición, que esclavizan. No son deseos sanos porque sin ellos no me veo bien,  y por tanto, se han de conseguir o mantenerlos a toda costa. Este es el problema de Duryodhana en el Mahābhārata: Sino consigue echar a los Pāṇḍavas y conseguir su reino no va a ser feliz,  y por ello, arremete con todo lo que se interpone en su camino sin importarle las consecuencias, es decir, que actúa cegado por el deseo vinculante o con apego. Y los dveṣas, las aversiones, son deseos vinculantes de algo de lo que me quiero deshacer.

Por tanto, a la hora de actuar,  la sabiduría del yoga dice que te fijes en tus deberes más que en tus apegos y aversiones. ¿Por qué? Porque estos deseos vinculantes son tan intensos que pasamos a ser sus esclavos, es decir, que dictan nuestro comportamiento y la forma de actuar y responder. Si conseguimos lo que queremos, felices —por uno tiempo— y sino se consiguen, nos deprimimos. Somos un yoyo-emocional sujeto al vaivén de las emociones creadas en torno a nuestras preferencias.

Entonces, Karma-yoga, del lado de la acción, no es más que un modo de actuar donde uno ha de dirigirse por lo que se ha de hacer/evitar en vez de por lo que a uno le gustaría hacer/evitar. Karma-yoga involucra todo un arte inteligente de vivir porque uno de sus principios subyacentes va a ser, precisamente, el aprender a disfrutar de lo que se ha de hacer, esto es, aprender a derivar más felicidad de la acción en si misma en vez de posponer la felicidad a los resultados de las acciones futuras.

¿Qué quiere decir resultados de las acciones? Las expectativas que tengo de mis acciones, y que están controladas por los apegos y aversiones. En otras palabras, Kṛṣṇa nos está diciendo que pongamos más atención y busquemos más la felicidad en el momento de actuar en vez de esperar a que el resultado sea como hemos planeado que sea.

Y, ¿Por qué dice esto? Porque los resultados no dependen completamente de nosotros mismos sino de muchos factores que no conocemos ni controlamos. Si los resultados no dependen completamente de nosotros, depositar todas nuestras expectativas de felicidad en los resultados va a ser una actividad muy arriesgada que va a causarnos muchas frustraciones y un vaivén emocional constante. Lo importante a destacar aquí es que Kṛṣṇa no nos dá un consejo sino que se trata de un hecho, y que es necesario tenerlo en cuenta: no somos la causa que produce los resultados de nuestras acciones.

(Seguiremos con este tema en el siguiente artículo)

Commentarios cerrados.


Bookmark and Share