El yoga de postguerra

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 El yoga de posguerra es aquel yoga que asume ciertos valores y actitudes foráneos que constituyen un reduccionismo del yoga, entendido el yoga en una perspectiva amplia––la de la Bhagavad Gītā o las Upaniṣads–– y no como exclusiva de los Yoga Sūtras de Patañjali.

Estos valores y actitudes son tres: el excesivo protagonismo de la ascesis; el afán de convertir la vía del yoga en una empresa farragosa; y el ideal de la perfección inalcanzable. Estos valores introducen perspectivas teológicas y actitudes que no se corresponden con el principal mensaje que la cultura védica transmite: la identidad esencial entre el hombre y Dios.

Estos valores existen en la pluralidad de escuelas y visiones de la cultura hindú, sin embargo, el yoga de Patanjali ha de ser comprendido junto con los demás Darśanas (escuelas o visiones ortodoxas) desde una perspectiva amplia y no cómo una escuela aislada o única. De forma frecuente, olvidamos el propósito de autoconocimiento que implica el yoga. No forma parte de la tradición estudiar el yoga darśana desligado del contexto cultural, filosófico y religioso de la época. Un estudiante informado estudiará las catorce categorías de conocimiento védico, al menos de forma introductoria, para disponer de una visión de conjunto.

El propósito de este artículo se centra en la reflexión sobre la desvinculación del yoga de su contexto cultural-religioso-teológico y si existe una influencia foránea sobre el entendimiento y práctica del yoga.

 La práctica y enseñanza del yoga Iyengar

El yoga Iyengar cuenta con un método riguroso gracias a la incorporación del método racional y científico. En este método se trabaja, especialmente, con el soporte tangible del cuerpo físico. Sin embargo, resulta evidente ver como la biografía de cada profesor influencia su manera de enseñar. He tomado clases de yoga con profesores de diferentes perfiles religiosos: cristianos, budistas, hindúes, judíos e incluso agnósticos y ateos redomados. Aunque es obvio que todos enseñan yoga Iyengar y que los rasgos técnicos del mismo están presentes, cada profesor proyecta su marca distintiva. Estos valores y actitudes que he mencionado anteriormente, también está presentes y son adjuntados ––de manera consciente o inconsciente –– en algunos profesores. Estos valores no tienen por qué coincidir con el espíritu original de B.K.S. Iyengar.

 El afán de convertir el camino del yoga en una empresa farragosa.

Es frecuente escuchar en las clases de yogāsana la descripción metafórica ––propia del relato bíblico–– del practicante que se encuentra al borde de un camino sinuoso y estrecho, a punto de caer al precipicio, acorralado por la dificultad y los peligros del sendero espinoso. En esta imaginería de tensión teatral, la práctica de āsana se describe en una atmósfera de encogimiento que acorta la espontaneidad y que refuerza la doctrina de restricción y racionamiento, tan típica del estado de posguerra español que se describe muy bien en estas citas de la época (extraídas del libro “Usos amorosos de la postguerra española” de Carmen Martín Gaite)

«Que el niño perciba que la vida es milicia, o sea, disciplina, sacrificio, lucha y austeridad». BOE, el 8 de marzo de 1938

«[…] La obediencia, el cuidado de no murmurar, de no concedernos la licencia de apostillar… la formula es esta: el silencio entusiasta”. Revista Destino, 9 de septiembre de 1939.

En estos ejemplos se retrata muy bien el tipo de influencias a los que me refiero. Según la versión del yoga de posguerra el camino del yoga es una vía «dolorosa» en la que el practicante ha de aceptar la cruz que supone la práctica. Desde esta situación de tensión dramática, nos advierten, que no debemos relajarnos ya que «el peligro está al acecho y en cualquier momento nos pueden coger desprevenidos; Aunque creamos que llegamos una cima, realmente estaremos en una meseta falsa». Así, parece que el camino del yoga se ha de recorrer muy seriecito y con el susto en el cuerpo.

¿Qué facilita insistir que el camino de yoga sea farragoso?¿De qué sirve inyectar estas imágenes y valores en el practicante? ¿No es suficiente con el rigor de la práctica como para crear problemas innecesarios?

Se podría decir que este dramatismo previene las decepciones, por una parte, naturales, de idealizar el yoga, si ha sido descrito desde el habitual romanticismo místico que abunda en las escuelas de yoga. Estas decepciones serian normales en la evolución del discípulo y se irían neutralizando con un mayor entendimiento de la materia. Pero ¿ayuda en algo que se preconciba una dificultad añadida? Probablemente, no.

Si se explicase con detalle el problema fundamental, tal y como hace el estudio sistemático de las escrituras védicas, y se atendiese a analizar el problema fundamental y la ruta espiritual, quizás se arrojase luz en vez de recurrir a la letanía de la dificultad y el sufrimiento.

Sospecho que este énfasis machacón revela creencias que son transmitidos en la infancia o están presentes en la cultura de un país. Si nos describieron el camino espiritual como un camino dramático, lo describiremos de ese modo a nuestros alumnos. Si el profesor se presenta con el convencimiento típico del Profesor-Redentor o del mismísimo Guerrero del Antifaz, la eficiencia para dotarle de mayor credibilidad alcanza cotas inalcanzables para los tiempos modernos.

Este dramatismo que persigue amplificar el mensaje suele venir impregnado de un discurso grave y solemne de manera que viaja con más potencia cuando el profesor es carismático. A pesar de que un talante magnificente puede resultar atractivo, y en cierta medida, muy inspirador y nobilísimo, por la rareza de encontrar a personas que se rigen por sus principios, aun así, se hace necesario distinguir entre carisma y sabiduría. La lógica emocional––aun con sinceridad––no es un instrumento adecuado para eliminar la ignorancia. Para deshacerse de ésta, según indica la Muṇḍaka Upaniṣad, hace falta un maestro que sea śrotriyaṁ y brahmaniṣṭam, es decir, que está versado en la tradición escritural y establecido en la visión de Brahman.

El mismo Faeq Biria, comentó, el verano del 2010, que los practicantes de Yoga Iyengar se toman su práctica con una seriedad tremenda y que se olvidan de disfrutar de la práctica. Faeq se preguntaba, extrañado, de donde había surgido este propuesta tan dramática. Un propuesta en línea con el catecismo del yoga de posguerra, que cuenta con sus dos valores más intrínsecos: el esfuerzo titánico y el ideal de la perfección.

 El excesivo protagonismo del esfuerzo títánico.

En el yoga de posguerra nos encontramos con un excesivo protagonismo de la creencia en el esfuerzo titánico ––físico y mental– y en los resultados que puede producir la acción. Esta creencia cuenta con una amplia parroquia, todos ellos muy sinceros y comprometidos con el trabajo duro, muy duro. La ilusión del esfuerzo titánico se nutre de la firme convicción de arrinconar la mente y sus «fluctuaciones». Ilusión que debemos atajar lo antes posible –– ó entenderla desde otros parámetros–– no vaya a ser que con el tiempo se nos vacíen los aposentos de la cabeza.

Patajañli en el sūtra de su tratado sobre el yoga usa la palabra nirodha (restricción, control, cesación) y expone que el yoga es la cesación de las fluctuaciones de la mente. Leyéndolo de este modo, ––––sin ir más lejos del sūtra I.2 y sin saber nada de la cultura védica–– parecería que las fluctuaciones u oscilaciones de la mente son el mismísimo diablo.

En otros textos más explicativos que los Yoga Sūtras, lo que es dañino no es la mente en sí, que es un instrumento interno (antah karaṇa) que ha de usarse, sino las nociones que se tiene de la persona, del sí mismo, del ātman. El autor del Tattva Bodha también dice «mano nigrah». Nigraha suele traducirse como destrucción, como si la mente necesitase ser destruida. Si la mente es destruida, la persona es destruida. Es necesario poner en cuestión este «control» mental y el esfuerzo titánico. De forma probable, esta concepción desarrolle problemas con los cuales antes no contábamos.

Da la sensación que este axioma del esfuerzo titánico crea más fluctuaciones en vez de minimizarlas. Primero, crea tensión mental, y después física. La tensión mental agarrota el cuerpo, en vez de estar relajado, se tensa y devienen todo tipo de lesiones. Si además se crea un marco de trabajo dramático y se aplica el catecismo de postguerra, la práctica se convierte, automáticamente, en una valle de lágrimas.

Si se trata de conseguir absorción, quizás no haga falta este trabajo titánico propio de los campeonatos de halterofilia. La absorción puede incluso venir de forma muy natural. A la parroquia habitual le parecerá una infamia que se pueda conseguir absorción sin tanto esfuerzo. Es lógico, con tanta tensión y dramatismo, metido a cucharón, es difícil salir a respirar aire saludable. Si alguien duda, especialmente en el yoga Iyengar, le animo a que consulte los libros de Prashant Iyengar.

Por tanto, en la práctica de āsana, quien se tome a pecho estas concepciones, sin discernimiento alguno, comprobará a medio plazo, si el practicante es asiduo e intenso, que su cuerpo se torna más rígido e incluso empieza a lesionarse. Y las lesiones –– físicas y mentales –– empiezan por incubarse mediante esta manera de pensar. Pensamiento ligado a raíces histórico-religiosas más profundas que no podemos detallar aquí pero que nos ayudarían a desvelar las claves del asunto.

Ideal de la perfección inalcanzable.

Según el yoga de posguerra parece haber una separación Real entre hombre y Dios. El hombre es imperfecto, mortal, limitado, carente, de naturaleza caída y siendo carente quiere librarse del sentido de insignificancia. Para solucionar este problema fundamental busca ser más grande, más seguro, más feliz, más completo. En otras palabras, pretende librarse del sentido de carencia y limitación. Busca en realidad lo ilimitado pero lo enfoca erróneamente y busca, la plenitud en lo limitado. Al no aceptar su limitación pretende resolverlo por un proceso de llegar a ser o de cambio situacional que se manifiesta en la búsqueda de experiencias más intensas, más plenas. Esta búsqueda infinita no resuelve el problema de. El problema está centrado en la noción sobre lo que Yo soy, en lo que concluyo que Yo soy, en la noción que asumo sobre este “YO”, sobre el ātman. El problema es que concluyo que soy carente, limitado, pecador, que estoy separado del creador, del Señor, etc.

El principal mensaje de la visión y la espiritualidad de la India, desde una perspectiva vedántica, pone en cuestión esta precipitada conclusión. En la chandogya Upaniṣad (6.8.7) aparece la conocidísima mahavakya (gran sentencia) que resumen muy bien toda la enseñanza vedántica.

Tat Tvam asi
Tat ­–– Eso (Brahman); Tvam –– Tú; asi –– eres
“tú eres Eso (Brahman)”

En esta frase, tú (tvam), el individuo, el jiva, es Tat, Eso, Brahman. La frase es una ecuación con dos términos, tú y Eso, identidades aparentemente diferentes. La sentencia de la upaniṣad no dice “tú, el individuo, serás o te convertirás ––en un futuro–– en Brahman”. El verbo ser (as) está conjugado presente de indicativo, tercera persona singular (asi). Tampoco dice: tú, el individuo, te “unirás” o te “fundirás” (como si fuera queso) con Brahman. Dice claramente que el individuo en esencia ya es Brahman. Ya está libre.

En la concepción vedántica, la liberación es algo conseguido desde ahora, es algo ya logrado. No es una experiencia en el tiempo, y menos algo producido o creado por un esfuerzo titánico. La liberación es algo ya conseguido pero no reconocido. Si es algo ya conseguido pero no reconocido no puede ser algo que haya que producir en el tiempo con el esfuerzo. Si es algo ya logrado pero que no lo sabemos por ignorarlo, entonces el problema es de ignorancia y la solución no está en la acción sino en el reconocimiento de lo que ya es, , y para ello se necesita eliminar las nociones incorrectas que impiden reconocerlo. La acción produce resultados en el tiempo, pero en este caso, no se trata de producir algo sino de eliminar la ignorancia sobre un hecho que ya es. La acción y el esfuerzo tendrán su razón de ser como karma-yoga, para preparar y crear condiciones de madurez, pero la acción por sí misma y por su naturaleza no pueden producir la liberación. La liberación se da en términos de conocimiento puesto que ya está lograda pero no reconocida. Todas las disciplinas incluidas en karma-yoga ayudarán a prepararnos pero no tienen rango suficiente para resolver el problema. Esta es una diferencia fundamental entre la visión de las upaniṣads y la visión de posguerra..

Con estas nociones sobre uno mismo, es muy previsible que el adepto al yoga se embarque en una búsqueda basada en la cultura de la acción. Puesto que el yoga facilita una técnica poderosísima, la búsqueda de la perfección y la caza de experiencias de plenitud serán perfectas para reafirmar la visión de posguerra. El valor por el saber, será mucho menos bienvenido y en muchos casos, mal visto, provocando que el practicante no se interese por la indagación ontológica fundamental y se dedique a centrar su atención a otros aspectos.

Por ejemplo, no hay nada más que ver como se practica en otros países de menos influencia del yoga de posguerra. Si alguien ha estado en el mismo instituto de Yoga Iyengar en Pune (India) podrá comprobar cómo los indios practican y entienden el yoga con una perspectiva cultural más completa. Es normal, es su cultura. Esta comprensión les hace tener una visión más informada.

Los indios no tienen este sentido tan exacerbado de la perfección ideal, y tampoco albergan un valor por el sufrimiento y el aguante en āsana como si les fuese la vida en ello. Los indios no pretenden alcanzar las posturas finales de āsana con tanta perfección física. La cultura de la acción es menos fuerte. El «llegar a ser» tiene menos fuerza. Desde pequeños, aunque sea de forma pasajera, escuchan estas sentencias como «Tat tvam asi». Algo se les queda.

Estos significados vedánticos son muy diferentes a la teología de posguerra. Esta teología tiene obviamente una carga muy diferente en la psique. Aunque existan practicantes de yoga que se declaren agnósticos o ateos, todo este bagaje «cultural» se lleva dentro y no es fácil reconocer sino es claramente visto por lo que es. Y si no se analiza, entonces el yoga se confunde con otra cosa que, a lo mejor, dista mucha en ser lo que debería ser.

  1. Julian dice:

    Interesante artículo, y complejo sin duda. Me llama poderosamente la atencion cuando hablas del esfuerzo titánico de muchos practicantes y de las palabras de Faeq. Y yo me pregunto si esa rigidez, esa seriedad en la práctica, ese no disfrute, puede que en parte sea por el excesivo rigor, dureza y disciplina cuasi militar de algunos profesores de este método. Demasiado rígidos a veces, imagino que queriendo ser mas papistas que el papa y ultraortodoxos en su enseñanza ( me viene a la cabeza Patxi Lizardi, por ejemplo ).
    Como ex practicante de esta disciplina y espero que en corto plazo pueda retomarla quisiera saber que opinas sobre esto. Para nada es una crítica, solo una reflexion.

    Un saludo y gracias por tu blog.

    • Tu reflexión es ciertamente conocida. Si un determinado número de practicantes la mantienen, algo tendrá de verdad. Y como profesores deberíamos admitir esta hipótesis y considerarla, en vez de defendernos de la acusación negándola de entrada. Me parece muy bien que el método sea riguroso y disciplinado, pero sabiendo que el exceso de disciplina y rigurosidad te pueden asfixiar sino se tienen en cuanta todos los factores implicados. Habrá que tener claro cuál es el objetivo y hacia donde nos dirigimos, los obstáculos y la actitud necesaria en el viaje, el método y los diferentes paradigmas de trabajo. Habrá que escuchar bien lo que dice el maestro y la tradición. Habrá que reflexionar y preguntar a otros adeptos sinceros cómo lo viven ellos.

      En algunas zonas de España existe esta opinión de la dureza y la rigidez. Habrá que investigar los porqués. Y lo digo porque esta opinión es más abundante en alguna zonas de España que en otros países.

      Los que han practicado en otros países pueden apreciar claramente cómo aquí el valor por el exceso de esfuerzo y el empeño en hacer la práctica difícil consigue que se produzca una rigidez mental y mental que no es sana en absoluto. Todo esto lo elaboro en el artículo, no me voy a repetir aquí. Sin embargo, creo, que B.K.S. Iyengar no es ni rígido ni duro, pero si exigente y comprometido con hacerte trabajar. Quizás su visión de conjunto armoniza otros aspectos, tal y como lo hacer Faeq Biria.

      • Julian dice:

        Ya que lo mencionas, podrías decir cuales son las zonas de España donde los practicantes se quejan más. Lo mismo hay que seguir la pista de sus profesores “su arbol genealógico” en su propio aprendizaje. En mi caso cuando practicaba, si la clase era muy dura, digamos que me colapsaba, la permanencia en algunas posturas se hacia interminable.Y bueno, aunque cansado, evidentemente, no quedaba lo relajado que debiera. Y de hecho me predisponía para la siguiente clase, para la cual ya iba mentalmente ” acongojado” pensando: ” A ver que me espera hoy”. Recuerdo la anecdota de un profesor de iyengar, con ya décadas de experiencia y residente en Madrid, pues bien, su esposa acudía al centro EYI de sol y el me decía que que el dia antes de clase ella apenas podía conciliar el sueño por la inquietud. Me parecio muy llamativo.
        Tambien puede influir la personalidad de cada uno. Ves en clase actitudes muy competitivas, yo incluido, querer no ser menos que los demás, llegar a hacer posturas difíciles o no tanto demasiado rápido y olvidando, aunque se sepa, que en el yoga se compite contra uno mismo, no contra los demás, y que al fin y al cabo no es circo ni gimnasia. El ego es un enemigo muy duro.
        Se agradece mucho tu opinion fundada en una experiencia ya dilatada y que no te andas por las ramas. Como dices en otra respuesta, claro que se puede señalar con el dedo cuando se tiene una opinion formada sin creerse mas que nadie.
        Saludos y si no te importa seguimos dialogando, es muy enriquecedor por mi parte.

        • Hola Julian. Creo que es suficiente la descripción del artículo para que cuando uno detecte esos síntomas, del yoga de postuguerra en un profesor, si lo considera oportuno, reflexione si las clases le sientan bien y si hacen bien a su vida. No voy a señalar a nadie. Creo que es suficiente con los detalles que he dado.
          Tu relato también es muy significativo. No se cual es la razón de tener que ir a una clase “acongojado” o sin haber dormido el diá anterior. Entiendo lo que dices.
          Corrijo en tu mensaje: No tengo una experiencia “dilatada”. Hay decenas de profesores y centenares de practicantes con mas experiencia. Lo que señalo es un hecho que mucha gente piensa, y que sin embargo, no se atreven a comentar por miedo.

  2. Yann dice:

    Siguiendo lo que acaba de subrayar Julian. Podría ser que esa rigidez sea necesaria al principio de la practica? Digo los dos primeros años por ejemplo y destinada a nuestro lado tamasico y como los bailarines quienes poco a poco, paso a paso a lo largo de los años desarrollan su arte… O el accion del panadero sobre la masa, al principio esa debe estar cariñosamente golpeada, ademas rítmicamente, reposar etc… Hasta que por fin un dulce perfume enmaraville el olfato. Y quien se lo toma tan en serio, el practicante o el profesor? Tampoco tengo muchos años de practica, pero la analogía podría ser valida? Un cordial saludo, y por cierto gracias por esos artículos.

    • Hola Yann,

      No creo que la “rigidez” sea necesaria en ningún momento. ¿para que quieres rigidez? Quizás querías decir “limites”. El debutante ciertamente tendrá que tener límites para crear un marco de referencia. Confundir rigor con fanatismo o esfuerzo sin comprender el esfuerzo dentro de la totalidad del sistema es un grave error. Si uno ya es muy riguroso y exigente y encima se encuentra con un profesor muy exigente que crea un marco conceptual de práctica que se corresponde con el yoga de “postguerra”, entonces, en este caso, creamos un kamikaze, una bomba de relojería. Algo de lo que debemos de huir como de la peste.

      • yann dice:

        Rigidez, si quizas limites es mas conveniente. Eso pone en evidencia la importancia del languaje soporte de conocimiento y energia no? Y por el echo que cada uno traduce lo que recibe del mundo segun su historia personal, podriamos decir que en una clase de 10 alumnos por ejemplos tenemos en realidad 10 profesores? A cerca del termino post guerra…la guerra: fuerte distorsion en la transmission del Amor? Que pasa cuando los abuelos a los 6 anos son huerfanos traumatisados cn el ruido de las botas nazi? y Que despues esta casi instuticionalizado la revuelta con la generacion precedente -con musica ademas? Otra cosa, habia oido decir que las intrucciones De BKS Iyengar estaban “autoritaria” para despertar el practicante hindu de su “indolencia”, nosotros europeos no tendriamos entonces interez por momentos de pura ternura con nuestro cuerpo… de lentitud del Buto? Y desde el primer agno, cariño, o hay que pasar pruebas? un cordial saludo. Yann

        • yann dice:

          Perdon, me mosqueo solo…la ensenanza esta disponible a quien quiere y se que en YogaFlow se trabaja mucho en ese sentido. Perdon. Pero si, porque no mirar por ejemplo, muy lentamente la rotacion de su braso, o cuando se abre los brazos para saltar hacerlo siguiendo una profunda respiracion despacito, o encoger la caja toracica y sentir el impacto que tiene su apertura en la mente en un movimiento de 30 segundos.. y detalles como pasarse las mantas de alumno a otro, que no veo en todos los centros: les interstices, les microsegondes.
          muy buen dia

  3. Me encanta ver el espiritu combativo con el que te muestras en este articulo, vivimos en tiempos donde la pasion escasea, quizas sea un problema derivado de la crisis de voluntat que nuestra sociedad padece de forma tan alarmante. Lo cierto es que la practica el yoga, asi como qualquier disciplina artisica o espiritual es complentamente libre en su impulso interior. Si no es asi, deja de ser un camino espiritual o artistico, para engrosar las tareas propias de las acciónes que se llevan a cabo con el fin de obtener algun tipo de benefició. Saludable, economico, deportivo todos licitos, pero ajenos a la esencia del yoga. Eso no excluye que se pueda usar o interpretar la practica del yoga con objetivos “utilitarios” de tipo licito o inmoral, todos conocemos el “poder” que esta practica confiere y especialmente desde el pedestal del enseñante. Aqui podemos ver pedestales altiiisimos que cada uno construye con su propia madera… y ciertamente la manipulación de las personas que buenamente se acercan al profsor, no es tarea dificil… es mas las posibilidades de subyugar al personal y hacerle sentir como una mierda son mas que notables, la situación ventajosa para la seducción, la coacción moral y tantas empresas indeseables es clara. El tema es: ¿que hacemos con elló? aqui tenemos la responsabilidad que el destino a puesto en nuestras manos como representantes de una enseñanza, concretamente el metodo Iyengar, el yoga en si y el camino para el autoconociemiento en general. Repito, ¿que hacemos con elló? Pues aquello que honestamente podamos, tal y como sepamos interpretar nuestro propio camino, con la humildad de la que seamos capaces de hacer gala y con la tenacidad e ilusion que nuestra alma nos confiera. Si alguien nos pregunta, contestar con verdad y evitando ofeder, y si no nos preguntan, pues nada, cada uno a lo suyo y Dios con lo de todos, y si no se es creyente, quiza pensar que cada uno tendra motivos para actuar como lo hace,(tanto lo indolentes como los marciales) y que quiza no somos nadie para creenos mas sabios que otros o para condenar sus malditas practicas de “yoga de la posguerra” que de forma tan nefasta empaña el buen nombre del yoga. Quizas orientar nuestro foco de atención hacia aquellas personas que nos despiertan admiación o devoción pueda ser de gran ayuda para avanzar entre las sombras de la dualidad.
    Felicidades por tus aportaciónes, cargadas de compromiso y sinceridad. OM.

    • Tus comentarios son muy apreciados. Gracias. Para que podamos seguir analizando en estas reflexiones, sigo sin ver algunos asuntos en tu mensaje. Quizás puedas aclarárnoslos.

      a) ¿Qué es eso de que el camino espiritual es libre en su impulso interior?
      b) La cuestión de interpretar nuestro propio camino es digna de examinar. Para interpretar tendremos que tener ciertos conocimientos y experiencias del tema a tratar. Sin haber recibido la enseñanza de un maestro cualificado, no creo que sea posible interpretar mucho sin estar informado. ¿Qué es lo que vamos a interpretar y en base a qué? No creo en los métodos propios a no ser que haya habido un constante estudio sincero durante muchos años. Valoro la tradición y los métodos ya trazados. Todo está en realidad construido. Por eso esta opinión de encontrar nuestro propio camino, que va muy en línea con el hombre actual que no aprecia la tradición, y que quiere ir por “libre” y hacer su “propio camino”, a mí, no me convence mucho. No sé si te refería a esto.

      c) Dices que no somos nadie para denunciar otras prácticas. Pues creo que no. Si hay suficientes elementos de juicio con argumentos razonables y se pueden exponer de forma pública para su análisis y además crees que hay una desviación perniciosa ¿Por qué no señalarlos? ¿Hace falta ser un sabio? Creo que no. ¿hay que creerse más que otros? A mí no me lo parece. Si nos apoyamos en el argumento de que son somos nadie para hacer una crítica, quizás, lo que conseguimos es que no se fomente el juicio crítico e informado y la denuncia, volviéndonos en consumidores pasivos.

      d) Estoy de acuerdo, es preferible centrarse en las no diferencias para escapar de la dualidad, y en las personas que te inspiran, pero para conocer la dualidad hay que conocer primero las diferencias, precisamente, para trascenderlas y superarlas. ¿No lo ves así?

    • Jordi, incluso en el punto c) sea preciso señalar un aspecto que se tolera muy a menudo. Si una concepción de una práctica y la puesta en marcha de esa práctica pone en peligro al alumno, física o mentalmente, es para pensárselo. No es una broma. ¿Quién es el responsable de que un alumno se lesione físicamente por llevar a cabo una práctica incorrecta o por lleva a cabo una práctica que lleva insuflada una tensión y una presión exageradísima? El alumno sincero y obediente confía en su profesor. No es responsable en la mayor parte, a no ser que no haga caso al profesor y haga lo que le de la gana. Si la práctica se le presenta con el dramatismo que se le presenta. ¿qué vamos a esperar?

      Un alumno puede venir sin problemas y al acabo de unos años, si el alumno practica todos los días y lo hace con todo el empenio que se aconseja, si es muy intenso, puede acabar lesionado. Las lesiones pueden ir y venir. No es ese el problema, porque si se practica todos los dias de forma intensa y disciplinada, lesionarse tampoco es algo que deberiamos temer, al menos, si es algo temporal.

      Pero podemos venir al yoga sanos y sin lesiones, y nos lesiones por el esfuerzo excesivo, y sobre todo, por la concepción del yoga de “postguerra”. Y después, años más tarde, tienes que practicar para poder recuperarte de las lesiones que has sufrido. ¿No es esto irónico y contradictorio?
      Y no quiero mencionar las aflicciones para el alumno que se lo toma con sinceridad (no para el alumno casual) y a la tremenda. Los efectos psicologicos pueden ser peores que los daños físicos. En otro artículo, quizás lo hablaré. Aunque ya lo habla Prashant Iyengar, al que parece que se le ignora por completo y parece que no tiene ninguna repercusión en la comunidad de yoga Iyengar. Una lástima.

      • Hola camarada en el sendero, son muchas las questiones que pones sobre la mesa… en primer lugar pienso que es importante reflexionar sobre los verdaderos motivos que nos animan a opinar sobre lo que los demas hacen o dicen, porque en demasidas ocasiones nos otorgamos el puesto de portavoces de determinadas escuelas o tendencias sin que nadie nos lo dispensara, cuando eso ocurre dejamos de ser portavoces de nosotros mismos (del ser uno) para vertebrar un discurso que viene a nosotros desde ciertos impulsos colectivos (egregores) a los que sin ser conscientes prestamos pleitesia. Me gusta ser muy respetuoso con el camino de cada qual, lo que el destino trae a cada uno, es algo muy dificil de comprender y muchisimo más de juzgar. Estamos obligados a discernir nuestros pasos en la practica en la vida i en la ensenyanza, pero los pasos que otros dan, son cosa de estos. En la medida en que nos atañe personalmente, desde el momento que nos vemos afectados directamente por la acción del otro, en el momento que nos sentimos interpelados de forma verdadera en nuestra tarea, entonces tendremos que actuar, denunciar o lo que haga falta, pero mi experiencia me indica que toda ación de este tipo, te vincula con determinados Karmas personales y colectivos con los que tendras que bregar durante largo tiempo… asi que “aconsejo” mucha prudencia antes de meterse en ciertos fregados, porque uno suele salir escaldado. Muy probablemente, no por falta de razon, si no por falta de oportunidad. (adecuación de la acción con el tiempo, las individualidades y sus consecuencias).
        Una de las coss que más apreció de mi aprendizaje en los ultimos años, es el desarrollo de la capacidad de relativizar mis conviciones mas profundas. La flexibilidad que uno experimenta al liberarse de pre-supuestos, pre-juicios i demas … abre las puertas a nuevos espacios de conciencia impensables poco antes. Considero indispensable aferrase con teson a los propios ideales para avanzar en el sendero, pero la revisión profunda que de estos seamos capaces de hacer, a lo largo de los años, es lo que nos permitira un discernimiento real del propio pensar i en consecuencia del propio obrar. La libertat de pensamiento es una tarea a conquistar y solo es posible si se puede poner en cuestion lo precedente, la tradición. El propio Krisna habla de elló en el Guita, que hizo Jesus de nazaret? o Gautama el Buda?. Nada se puede avanzar con la tradición como lastre. El yoga Iyengar no existiria…
        Es ineresante observar como dos fuerzas interactuan en uno, a fin de permitirle encontrar su propio camino. Por un lado las fuerzas ortodoxas, conservadoras, Visnuistas que dan sosten a la practica, encauzan las aspiraciones por senderos practicados, a las que una y otra vez recurrimos cuando nos perdemos, a fin de encontrar la orientación adecuada de aquellos que nos precedieron, este es un camino valiosisimo que nunca hay que perder. Luego tenemos otras fuerzas que nos empujan hacia lo incierto, las fuerzas trasformadoras, Shivaistas que proponen la duda, el paso por nuevos senderos…”para alcanzar lo desconocido hay que andar por senderos desconocidos” decia mas o menos el mistico, Juan de la cruz… esta es una fuerza que nos proporciona el impulso creativo, la inspiración, intuición… aquello que no esta escrito, quiza porque no es posible…porque esta recreandose en el ser a cada paso… Yo pienso que en la medida en que seamos capaces de manejarnos con estas dos fuerzas, podremos avanzar verdaderamente hacia el uno mismo. La libertat interior no condiciónada. La culminación del arte real.
        OM.

  4. Julian dice:

    No estoy dentro de la comunidad iyengar, ahora no práctico ese método, donde resido no es posible. Por lo tanto desconozco los entresijos, pero tus revelaciones son fascinantes, me pregunto si esos centros de los que hablas son del método iyengar, porque sería descorazonador que eso esté ocurriendo con algunos practicantes, pensaba que en el yoga las lesiones no se daban, mas bien se curaban.
    Sorprende y mucho lo que dices de prashant, yo creía que era una figura de referencia por ser hijo de quien es y por su experiencia, que esa no se hereda, se gana con sudor. Porque, es lo que me parece, su hermana Geeta si parece contar con ese predicamento dentro de la comunidad iyengar.
    De nuevo un abrazo y gracias.

    • Claro que las lesiones se curan, y precisamente, muchas personas acuden al yoga por problemas de salud y, Yoga Iyengar seguro que es la escuela donde terapeuticamente se sabe más. La investigación realizada por BKS Iyengar en este tema es digna de alabar. Y los que vienen a esta escuela con esos problemas, muchos encuentran gran alivio y solución a sus problemas. De eso no hay duda.

      Lo que me refería en el anterior comentario es otra cosa. Hablaba de los que practican de forma regular, todos los días, varias horas al día. y lo hace con una intensidad y actitud que puede ser demasiado exigente. A esos, y no a otros, (no me refiero a los practicantes casuales) les es posible la lesión. ¿Por qué? Pues muy sencillo, porque trabajan todos los días con su cuerpo durante varias horas y de forma intensa. N es muy ilógico que se lesionen como se lesiona un bailarín ó un atleta, aun teniendo en cuenta todas las instrucciones y seguridad que yoga Iyengar puede proporcionar. Es casi imposible practicar desde el inicio de forma perfecta. Por eso hay lesiones. Pero lo que critico en el artículo es el marco conceptual y dramático con que se pueda presentar, porque ese dramatismo añade tensión al asunto y lo hacer más complicado de lo que realmente es. Y esa tensión se traduce en rigidez articular y cierre de espacios fisicos y mentales, en durezas y asperezas emocionales.

  5. Ayen dice:

    Gracias por compartir este articulo, me ha ayudado a aclara algunas dudas internas. Me recuerda a alguna vez que mi profesor me dijo que debia pensar menos.

    • Ayen dice:

      *aclarar

    • Hola Ayen, ¿Puedes comentar que dudas internas te ha ayudado a aclarar?

      • Ayen dice:

        Intentare explicarme y pido disculpas porque a veces me enredo un poco con mis palabras.
        He practicado yoga por varios años, y si bien creo que es bueno ser metódico y esforzarse, creo que mi error al querer realizar los asanas es que me esmero demasiado en realizarla bien, o sea en realidad termino haciendolo mal porque no tengo en cuenta las limitaciones de mi cuerpo y le sobreexijo. Creo que le doy demasiado protagonismo a la mente a la hora de realizar los asanas y así en vez de tener la naturalidad, como dices en la nota que tienen algunos Indios, me esmero inútilmente.

  6. yann dice:

    Hola; Un indianista, grammairien, y filologo frances Michel Angot, en su libro dedicado a los Yoga Sutra, presenta la traduccion de Yoga en los Yoga como sinonimo de: reposo. Hasta ahora habia entendido, y se melo habia presentado como “Union”, una union con una meta: el Divino. Mirando entonces mi historico de lesionado, y sus causas, tengo la sensacion de haber sido como un sandwich mixto entre dos placas de metal: una muy caliente por debajo, y otra por encima bien pesada para aplastar el dicho bocata, entre dos ambiciones: un “quiero impacientemente salir de” un pasado distorcionado (muerto y frio), y ardamente “llegar a la union con lo Divino.
    Tambien pregunte a mi profesor de sanscrito si en los Yoga Sutra, Yoga se entendia como “reposo”, y su respuesta fue afirmativa, pero diciendome enseguida de “deja Yoga como es”, bueno…quizas intuiaba que en ese momento quiera yo crear una polemica…podria ser.
    A si, no se, que opinais? que pasa si traducimos el Sutra 1,2 incluiendo “reposo”.? O mas bien el “reposo” se consigue mediante el estudio de los textos sagrados, y otros pramana?

    Hari Om

    yann

    • yann dice:

      Rectificacion de la frase: “… el reposo se consigue mediante el estudio de..”
      por
      ” …el reposo es inherente al estudio de…”


      yann

  7. Luís dice:

    La culpa de todo, es del propio Iyengar, primero que nadie, en actitud deportiva y competitiva.Él mismo era utilizado en sus primeros días, por su duro gurú T.Krishnamacharya, hacia demostraciones continuas, para impresionar a la gente y atraerla al yoga.Se buscaba el impacto, impresionar, fardar, valores nada espirituales, y Iyengar (desde mi punto de vista, claro) siempre se ha quedado pegado a eso.Su gurú fue un hombre para el cual el yoga era todo lo que tú dices, estaba integrado en el resto de darshanas, sobre los cuales, tenía un dominio intelectual total.Krishnamacharya, nunca estuvo apegado a la acrobacia, como Iyengar, sólo hay que ver sus enseñanzas, las suaves secuencias, para cualquier edad, y con la edad se baja el listón.Nadie era menos yogui por no poder hacer x asana, lo importante era la actitud reverente y espiritual, y experimentar la armonia de la respiración.
    De hecho el propio Iyengar ha reconocido que en sus tiempos mozos, se machacaba y nada más, no sabía qué coño hacía.En el fondo Light on Yoga, es un amplísimo catálogo de posturas, pero nada más.No se habla de cómo hacer las postura, es decir el espíritu, la actitud subyacente con que deben hacer, técnicas para doblar la espalda sin lesionarse, etc.
    Durante décadas Iyengar se ha exhibido como un contorsionista, y sus discipulos, tienen todos esos tics.Es normal poner Iyengar marca registrada? .Sus discipulos se ufanan de tener un título de su gurú amado, y hay disputas y competitividades, entre ellos sobre quién ha estado más cerca del maestro.Huele a secta, con todo el respeto, pero es lo que hay.Los mensajes de la AEYI, avisando de forma casi paranoica, sobre los títulos, quién los tiene, la criba, la selección que hay que pasar para estar ahí, el elitismo cerrado, los cumpleaños del guró masivos, se convierten en viajes eurodisney casi.
    De ahí vienen esa ultraseriedad que parecen los del sistema Iyengar.Nada que ver con Sivananda, con André Van Lysebeth y otros.El yoga no es deporte, y los occidentales tienen interioizadas, unas ideas, en las antípodas de los hindúes, para los que el tiempo y la prisa, no existen.

    • Hola,

      Como profesor de yoga Iyengar te voy a dar mi opinión, pero por lo que señalas, creo que no conoces en absoluto a BKS Iyengar.

      Antes de nada, ya que has realizado una crítica muy fuerte, me gustaría que aportases tu nombre completo para poder dirigirme a ti y saber a quíen escribo.

  8. Julian dice:

    Muy fuerte el comentario ciertamente. Yo tambien he sido practicante del metodo Iyengar, y a veces si me parece que es una organizacion cerrada o mas bien cuidadosa y celosa de su intimidad y de su sistema, pero de ahí a calificarlo de secta va un mundo. El hecho de registrar una marca creo que es solamente para preservar una enseñanza integra y de calidad, no para lucrarse ( vease caso John Friend de Anusara Yoga ) de hecho no conozco profesores que vivan en el lujo y tampoco en la aeyi el tema del marketing y las ventas es algo que se trabaje, todo es muy austero. Por mi nada mas, ahora espero con impaciencia la respuesta de Oscar por alusiones 🙂

    Saludos

    Julian

  9. Luís dice:

    Si te refieres, a que no conozco a Iyengar personalmente, es cierto, pero ese no es el tema.He sido practicante de yoga Iyengar durante muchos años, hasta que decidí, no querer formar parte más de su Iglesia.Me interesan las doctrinas hindúes, no el culto a las personas, como demuestras en tu respuesta.Me interesa el yoga, no el culto a fulano o mengano, que es el peligro en que estáis, los profesores “de”.
    Los datos biográficos de Iyengar están a mano de cualquiera y sus ideas también, no he dicho nada en mi mensaje anterior que una mente algo sagaz, no capte.Si he mentido dime en qué y rectificaré te lo puedo asegurar, ¿es falso que el nombre de Iyengar, lleva una “r” de copyright, como si fuera un protector solar?, no, no es falso y tú lo sabes.
    En cuanto a mis apellidos, no tienen importancia, no te van a servir de nada, soy un humilde practicamente desde hace más de 20 años, nada más.Un saludo.

    • Dos cuestiones que me siguen sorprendiendo en internet.

      1) La comunicación en foros, blogs, redes sociales, etc, aunque puede fomentar un cierto tipo de díalogo, muchas vece,s carece de respeto y los participantes tienden a hablar de modo violento.  Que no tengamos nadie delante físicamente no quiere decir que podamos decir lo que nos de la gana. Las palabras tienen su peso y quedan ahí para la posteridad una vez salen del teclado.

      2) Creo que se muestra en contra del espíritu yóguico, de no violencia (ahimsa), el lanzar este tipo de críticas (e insultos) sin argumentos.  No quiero decir que la discusión (que no la disputa) no tenga valor pero sólo si es argumentada y guardando el respeto a los demás. Hay un verso (el quince) en el capítulo diecisiete de la Gita que muestra como deberíamos hablar a otros,y que creo que debería ser una pauta para conducirse en los espacios públicos de internet cuando nos sumergimos en discusiones:

      “El lenguaje que no causa agitación, que es verdadero, agradable y beneficioso, y la repetición diaria del Veda es lo que se conoce como la disciplina del habla. “

      Y ahora,  paso a comentar lo que no estoy de acuerdo:

    • Actitud competitiva y deportiva.
      ¿Qué libros de B.K.S.Iyengar puedes citar donde se aluda a este tipo de actitud? Quizás esa actitud esté presente en algunos practicantes debutantes pero esta actitud no es responsabilidad de B.K.S. Iyengar sino del alumno.
    • Demostraciones para fardar, impactar …
      De nuevo, dime donde lees tú que el señor B.K.S. Iyengar haga alusiones a este tipo de valores. Las demostraciones publicas podrían tener el objetivo de despertar el interés en un público que apenas conocía las técnicas de asana y pranayama tanto en India como en el extranjero. Ten en cuenta que B.K.S Iyengar ha sido prácticamente un pionero en revitalizar este tipo de conocimiento, especialmente en el asana y pranayama, pero no sólo como dos componentes aislados sino en relación clara con los principios teóricos y de práctica del yoga.
    • Iyengar siempre se ha quedado apegado a eso.
      De verdad, no se de donde sacas ese tipo de conclusiones. ¿Puedes citar alguna fuente? B.K.S. Iyengar ha estado apegado al cultivo de la percepción consciente, a la sensibilidad y refinamiento de la postura con el fin de lograr absorción y estabilidad física y mental.
    • Apegado a la acrobacia.
      Creo que este tipo de alusiones es posible para los ojos del principiante que ve únicamente formas físicas pero que no entiende los principios teóricos de pirática que hay detrás. Puede que una postura complicada y difícil,  a ojos del debutante parece una contorsión.  pero ¿qué grado de sutilezas técnica y de principios hay detrás de esa postura? Pero intuitivamente incluso un debutante puede percibirlo.
    • “Light on yoga” no es más que un amplio catálogo de posturas, pero nada mas. No habla de cómo hacer la postura, el espíritu. 
      Ya solo la introducción del libro merece la pena. ¿La has leído? ¿No te parece excelente?   ¿Cuantos maestros de yoga conoces tu que después de 30 años de experiencia escriban su primer libro y hablen de los principios de práctica con el peso que él lo hace? Yo no conozco a ninguno con la dedicación,  ahínco y perseverancia que lo ha hecho el maestro BKS Iyengar.

      Un dato muy significativo estriba en el gran porcentaje de profesores que de otras escuelas acuden al yoga Iyengar para aprender. Ya me dirás tu la razón de que vengan todos esos profesores.  ¿Para qué vienen? Según tú para fardar, impactar, competir, hacer acrobacias. Cuando comencé en yoga Iyengar, era profesor de Kundalini Yoga e iba a las clases de yoga Iyengar  para aprender, precisamente los detalles técnicos y los principios de práctica.Me quedé impresionado del grado de dedicación y rigor de los profesores. No fue sólo la técnica la que me llamó la atención sino el grado de compostura yóguica.   La escuela de yoga Iyengar es, a día de hoy, una de las más influyentes. Esto es un hecho. No hay nada más que ver como enseñan otros. Y no lo digo con mala intención o con afán de proselitismo sino como un hecho que ha de ser interpretado para revelar el significado que tiene.

    • La protección de la marca Iyengar.
      En occidente una marca se protege para prevenir la imitación, la intrusión profesional, la propiedad intelectual, etc. Desgraciadamente no queda otro remedio. Sino hay una protección cualquiera puede montar mañana un centro sin haber sido instruido en el método y empezar a dar clases comerciales con el nombre de yoga Iyengar.  B.K.S. Iyengar no ve con buenos ojos que se llame a “su” yoga, el “yoga Iyengar”. Él lo llama simplemente  yoga. Fueron sus alumnos los que empezaron a llamarlo yoga “iyengar” por distinguirlo de otras escuelas. Y cuando una escuela crece no queda otro remedio que aumentar las cuestiones administrativas y organizativas.
    • Disputas y competitividades entre discípulos. 
      Las habrá como en todas las asociaciones y colegios profesionales/vocacionales/gremiales. Es normal en las relaciones humanas que existan conflictos. El problema no está en el yoga Iyengar o en el yoga Marcelino sino en la naturaleza humana.  No hayorganizaciónes que no estén libres de conflictos.
    • Ultra-seriedad que parecen los del sistema de yoga iyengar. 
      Pues depende de con qué profesores hayas topado. Hay de todo como en toda partes. De todos modos, el rigor es necesario y este es un sello identificativo de esta escuela. Sino te gusta el rigor y el estudio serio, quizás no sea para ti y prefiera otra cosa. Yo no voy a una clase de yoga para que me diviertan o para que los profesores sean mis amiguitos. De todos modos, se lo que quieres decir y entiendo tu crítica. Si que es verdad que en gran parte de España se peca de ultra-seriedad pero también carece del romanticismo y aroma “new age” de otras escuelas.
    • Huele a secta.
      Vuelvo a insistir que este tipo de acusaciones –ya sólo por la manera en que lo dices– son puro himsa  . Curiosamente,  ahora mismo, ocupo el lugar de vicepresidente en esta asociación. Nos llamas directamente sectarios. Como no me siento identificado te contesto en este lugar púbico que es un lugar de debate argumentado, pero no debería ni tomarme el tiempo de contestar a alguien que viene a insultar sin más, y que no tiene la valentía de salir de su anonimato cuando se hace un juicio así. Como tengo cierto valor por el uso de internet para promover el diálogo, he tenido la consideración en contestarte aun sabiendo que no mereces ese trato.
    •  Decidir no formar parte de la iglesia Iyengar.
      Depende a lo que te refieras con la palabra iglesia. Una iglesia es una congregación de personas con intereses comunes. Si es en un sentido peyorativo,  has de saber que el mismo B.K.S. Iyengar decidió varias veces no formar parte de otras “iglesias” como tu dices, y a las cuales le habían intentado asimilar. En este sentido BKS Iyengar no pertenece a ninguna organización compleja y el mismo ha vivido una vida seglar con esposa y seis hijos a su cargo.
      Desde luego, BKS Iyengar no ha sido para nada el ejemplo de un monje que pertenece a una orden monástica. Más bien tiene un carácter sumamente independiente con un perfil altamente ingenioso y creativo pero dentro de la vida de la familia ortodoxa a la que pertenece.  Y este aspecto de investigación e independencia creo que lo cultiva en su enseñanza. Los problemas que tengan sus discípulos  no son problemas de BKS Iyengar ni del yoga. Serán problemas particulares.
  • Julian dice:

    Ya me extrañaba que no le hubieras puesto las cosas en su sitio al irrespetuoso que escribio ese artículo lleno de odio. Te has tomado tu tiempo, pero merecio la pena. Saludos.

  • Luís dice:

    Yo no he insultado a nadie.Si estás completamente identificado con una persona, o idea, es normal que cuando ésta es cuestionada, haya cabreo, el ego peligra.Es muy típico de hoy día considerar a la diisensión como insulto, de hecho a los adjetivos, ya se les llama insultos, es la ofensiva para cercenar lenguas.Pido disculpas, por la palabra “secta”, no debería haberla utilizado, en lo demás de mi opinión, no estoy diciendo nada del otro mundo.No voy a descontextualizar tus respuestas como tú has hecho con mi mensaje, no acabaríamos nunca.Te remito al primer volumen de la “La esencia del Yoga”, donde hay una buena parte autobiográfica, de todas formas, yo no vivo de fuentes, es mi opinión.Ahí el propio Iyengar cuenta, como se forzaba, utilizaba pesos para obligarse a conseguir ciertas posturas, cómo su gurú le obligó a hacer hanumanasana, y se desgarró los muslos, como le golpeaban, etc.En otras entrevistas de la misma serie de volumenes, cuenta que hacía ciento y pico, urdva dhanurasnas por minuto, y que ahora hace menos, ¿eso es yoga? ¿no es más bien una actitud deportiva? por favor…

    • Si llamas a alguien sectario, seguidor de una iglesia, persona con tics, etc. ¿Qué quieres? ¿Qué te demos las gracias por usar adjetivos tan agradables? Hombre, menudo respeto.
      Repito que una cosa es disensión con debate, a la que siempre está abierto este blog, y otra es la disputa manteniendo posturas pre-establecidas, independientemente del lado del que uno esté. En mi anterior comentario he dado algunos argumentos, si quieres los replicas, y yo estoy encantado de debatir si hay sustancia en el pensamiento.

      El primer volumén del Astalada Yogamala que mencionas, es precisamente el primer volumen. ¿Has leido los ocho volumenes para formarte una idea más precisa y no concluir tan precipitadamente? En el primer volumen cuenta sus principios como debutante. Es normal que comente los errores y tanteos que tuvo en sus inicios. Eso demuestra su sinceridad. De todos modos si ves actitud deportiva, la verás tu, porque de todas las críticas que he oido, nunca había recibido la crítica de “deportividad”. Lo que criticaba en mi artículo era el excesivo áscesis sin entendimiento de los principios y la teoría de práctica.

      – Ya que mencionas la “deportividad”. Cualquier alumno que lleve varios meses en una clase de yoga Iyengar sabe que se le pide esfuerzo en mantener una estructura física de un asana con una tecnica detalalda que le exige que ancle su atención y consciencia con el fin de mantener la firmeza de cuerpo y mente, pero al mismo tiempo, se le repite una y otra vez que relaje sus ojos, las sienes, la garganta, el vientre, es decir, que su sistema nervioso esté atento pero relajado. Las dos acciones suceden al mismo tiempo. Esfuerzo y compostura ecuánime. No sólo es esfuerzo como tu ves. Fíjate en cualquier asana que ves en Light On yoga, y dime donde ves tensión en el rostro de BKS Iyengar, incluso en asanas de mantenimiento dificil. Tu estás viendo solo la parte externa, no ves la compostura y la actitud yóguica que hay detrás.

      Cógete una postura de esos otros profesores que tu admiras, y fíjate en la cara que ponen y en la estabilidad que su cuerpo y mente denota. No me cojas sukhasana, por favor, porque uno puede cerrar los ojos y parecer un santito, y dar el pego “espiritual”.

      Si externamente e internamente hay un empeño en mantener la estabilidad física y mental, y eso puede parecer “competitivo o deportivo” a un alumno debutante en la práctica, al mismo tiempo se le exige que muy específicamente que no puede tener la actitud “gimnasio” o de “weight-lifter”. Pero es que las dos cosas van al mismo tiempo, si no hay exigencia, el alumno se puede dormir. Y si sólo hay exigencia muscular-esquelética sin presencia mental y sin atención a lo que hacen las sienes, los ojos, la piel, la lengua, etc. tampoco se dan las condiciones que el mismo Patanjali exige en asana (firmeza corporal y estabilidad mental).

      Si ves “deportividad” en el yoga Iyengar, no debes haber haber escuchado lo que dice el profesor una y otra vez sobre la actividad motora y la percepción sensitiva, y su constante reajuste para aislar los movimientos de la consciencia.

      Ahora, es cierto, que la competitividad y la deportividad puedan estar en el alumno y que en un escenario de una clase donde se junta un grupo de personas ya de por si competitivas y se le pide un esfuerzo físico y mental, es normal que un alumno pueda sentirse presionado a rendir “más”, a dar “mas” en cantidad. Si, es verdad. Pero eso le sucede al debutante que no conocer los principios. Cualquier alumno sabe que debe trabajar pero no se puede tensar, si se tensa es igual de “chungo” que si no trabaja. El limite está en la tecnica que previene la tensión. Y no solo previene la tensión sino que la misma tecnica-práctica está orientada a uns actitud mental que es de ecuanimidad ante el dolor y el placer, ante los fácil y difícil, ante las partes que trabajan mas y las que menos, ante la zona posterior-anterior del cuerpo, etc, etc.

      BKS Iyengar ha desarrollado tal método de calibración, reajuste, sensibilidad y auto-enjuiciamiento en asana-pranayama con los principios de Patanjali que sino uno no les ve en unos meses o pocos años, sinceramente, el problema no es del método, sino del alumno. Decir que BKS Iyenger está apegado al contorsiniosmo es una afirmación tan ilusoria a la realidad de una clase de yoga Iyengar como falta de discernimiento.

  • Luís dice:

    Bueno, bueno, pido disculpas a la gente que me haya leído y se haya sentido ofendida por mi comentario.Puedo asegurar que no había tanta mala intención, como se me quiere atribuir, tengo un temperamento algo exaltado, un poco bestia diciendo las cosas, nada más.
    Resumo, porque nos estamos saliendo de madre.Tú has hecho autocrítica, sobre la actitud de muchos profesores y alumnos del método Iyengar, y la gente ha contado sus experiencias, lo han confirmado, lesiones, miedo al ir a clase, ultraseriedad, etc.Se ha planteado la causa de todo ello.La causa parece ser, algunos profesores y alumnos demasiado rigidos, Y yo pienso, que la causa está en el propio yoga Iyengar.Para él, la postura, la asana, es el corazón del yoga (espero que no me niegues eso, es evidente) es muy importante.Con ese planteamiento es normal que ocurra todo lo que ha contado la gente.La postura es “sagrada”, la gente quiere seguir a Iyengar, a su profesor, tratan de entrar en el “molde” de la asana, y allí se descojonan para hacerla con todos los interminables detalles técnicos, hasta que se cascan alguna zona lumbar o lo que sea.Lo que yo critico es eso, la valoración excesiva de asana, hasta el punto de lo gimnástico, que se lesionen como bailarines o deportistas, es grave.Se tendría que relativizar, un acercarse a la postura más o menos, pero claro todo cristo quiere hacerlo a la perfección, y recordar que asana es sólo unos de los 8 miembros del yoga, que es mucho más que las posturas.Por eso digo que la causa de todo lo que se cuenta aquí, está implícta en el propio sistema Iyengar que sobrevalora la asana, y no en la gente, que obviamente, quieren seguir el sistema a rajatabla y por eso se sobreesfuerzan.
    Estoy de acuerdo contigo en el yoga dulzón de hoy día de marujas del caprabo, cerrando los ojos (espero que nadie se cabree,es una forma de hablar), y niñas pijas que quieren sentirse guays.El yoga es una disciplina y hay que currar, pero es mucho más que hacer posturas.

    • Hola Luis,

      Ya por fin empezamos a dialogar 🙂

      Pues si, para BKS Iyengar las asanas son oraciones, igual que otros recitan mantras, el recita asanas, pero cargadas de significado, cargadas de verbo, de verbo que él extrae de su cultura yóguica, de su maestro Patanjali. Ten en cuenta que él tiene asimilado su cultura, y es muy religioso, como toda familia ortodoxa vaisnavita. Y si hay cultura y visión, se puede ser creativo sin ser demagogo.

      No es que sea excesivo, es que él puede englobar todo en asana, todos los angas del astanga están incrustrados en asana. Es una interpreración muy peculiar pero no tiene porque ser inadecuada.

      Luego, las lesiones, si se trabaja con asana, son hasta normales si se práctica todos los dias; Tampoco hay que tener miedo al dolor de la lesión. La lesión se cura. Si no se práctica, no te lesionas seguro.

      Otra cosa es algunas actitudes con las que practicamos, qué es lo que criticaba en el artículo. Tampoco creo que todo “cristo” quiera imitar y que quiera hacer el asana a la perfección, si bien entiendo lo que quieres decir. Hay que saber por qué se practica, para qué, cual es el objetivo. Para eso hay que informarse.

      El profesor está repitiendo constantemente que el esfuerzo es importante, pero al mismo tiempo, también repite que se ha de mantener la calma, los ojos pasivos, la garganta, el vientre. Tensarse es incorrecto, se mire por donde se mire. Si el alumno va a tope y no mira lo que sucede en sus ojos, o en su respiración, el problema en parte es de él porque no hace caso de lo que dice el profesor.

      Ahora bien, si el profesor no pone limites y no protege al alumno, también puede verse como su responsabilidad en cierto modo. Y también es un aprendizaje que el alumno pase por esa fase de kamikaze (dependerá de muchas factores, de a edad, de la personalidad…) y si tiene una lesión también le puede ayudar a darse cuenta de un exceso de tensión y de cómo se toma la práctica, que puede ser un reflejo de si mismo. Aunque entiendo lo que dices, y se pueden hacer críticas a ciertos aspectos. Quizás en otro artículo se me ocurra algo.

      La lesión en si no es mala si el alumno aprende de ella y madura. Lo que no es normal es que esté lesionado mucho tiempo o que se lesione sin aprender algo de si mismo.

  • Jon dice:

    Hola Óscar,

    Hace 2 años ya, probé esto del yoga Iyengar. Mi mujer llevaba ya varios años y me lo propuso. Lo probé sin mayores expectativas pero, al mismo tiempo, sin prejuicios. No sé por qué razón (o sí lo sé) al de tres/cuatro meses estaba practicando en casa varios días por semana y a los seis meses ya era a diario. “Flipao” es lo que mejor lo define. Y claro, uno es curioso y, encima, tiene esta ventana a la información que todo lo sabe (o todo lo enseña). Empecé a bucear por internet y cual fue mi sorpresa de la poca información o, más bien, de las pocas exposiciones personales acerca del yoga Iyengar. Es obvio que es una disciplina (ha venido sola la palabreja) en la que la experiencia personal es clave pero me llama la atención el hermetismo sobre cuestiones relacionadas. Los profesores (increíbles los que conozco) se enfocan en la práctica pero no dan claves para, por ejemplo, desarrollar las sesiones en casa uno mismo o para buscar información teoríca complementaria (se limitan a indicarte los libros de BKS Iyengar). Por otro lado, entiendo eso de “si te interesa ya te preocuparas en buscarlo”, pero tanto nada…
    Todo esto lo cuento porque, en esas búsquedas internautas, hace tiempo di con este artículo. Bueno di con tu blog y tus artículos, pero este artículo en concreto me impactó mucho. Cuando estás “flipao” absorves como un bestia pero no tienes la sensibilidad suficiente para matizar, para refinar, para templar. No hablo de la práctica, que por supuesto, hablo del conjunto, del método, de las personas, de los profesores. Siempre he estado recordando este artículo, lo he ido filtrando y enfrentando a mis viviencias. Y me está ayudando mucho.
    La razón que escriba aquí es, fundamentalmente, para darte las gracias por crear un canal de comunicación y plataforma de debate que permita ver y exponer diferentes persepectivas sobre este maravilloso mundo. Eso siempre ayuda a ensanchar la mente, a viajar “gratis” y a deshacer tensiones innecesarias.
    Pues eso.

    Un abrazo,
    Jon

  • Silvia dice:

    Antes he escrito un parrafo y se borro.

    Decía que yo empece a practicar yoga iyengar hace unos 15 años. Voy a hablar de mi experiencia. No creo que haya una verdad universal. Al menos, no en cuanto a percepciones. He tenido arios profesores, como es lógico. Pero los dos mas importantes pasan por ser de lo mas “inflexible”y “exigente”. Y si, supongo que podeis adivinar quienes son. Tanto es asi que yo he tenido compañeros que decian que no lograban relajarse y que lo pasaban fatal y dejaron de venir.
    Yo misma he tenido mis pataletas, lloros y algun enfrentamiento, no grave, desde luego. Perodespues de todo siempre y digo en el 99% de los casos al final siempre he encontrado la razón para cada exigencia. Ni una sola vez actuaron con ego ni con falta de conocimiento. Con los años he visto que gracias a eso mi mente y mi cuerpo han ido cambiando inexorablemente. Y si, pienso que al principio hay que enfrentarse a uno mismo hasta llegar al mismo limite, para luego empezar a trabajar de verdad, los aspectos mas profundos. Y uno solo es dificil que lo haga. Por eso los profesores deben pedir el maximo de cada uno y asi ayudarnos a avanzar. Pienso que solo quien esta dispuesto a pasar por ese proceso de purificacion esta capacitado para practicar yoga y desde luego conocerse a si mismo.

    A dia de hoy me doy cuenta de que si no hubieran sido asi mis profesores, yo hubiera abandonado la practica. No habria encontrado lo que busco, lo que sigo buscando. A veces necesitas que desde fuera te ayuden adar un cambio de timon, y eso duele por dentro y nos resistimos.
    Al mismo tiempo jamas he sentido que nadie me pusiera en peligro, ni una sola vez. Y tampoco he sentido que me llevaran mas alla de donde yo podia llegar. Mas bien al contrario. Ellos sabian que mi cuerpo podia aunque mi mente no lo supiera. y las lesiones que he tenido o tengo son fruto de mi ignorancia. De ir mas alla de donde creo que puedo o de no utilizar todas las instrucciones que me han dado.

    Entiendoque otras escuelas sean diferentes y las respeto. Pero creo que en toda disciplina, y en la vida misma, ese proceso de mirar las propias sombras y pasar por el fuego es fundamental para crecer. Sin dramatismo pero con firmeza.

    Saludis a todos.

    Luis, calma. Conoce, experimenta y vive. Y despues puedes opinar. Buen dia a todos

    • Julian dice:

      Con certeza uno de los dos profesores que nombras es Fachi Flipardi, pero el otro no caigo, quién es?

  • Roberto dice:

    Vaya con el yoga Iyengar: lloros, pataletas, lesiones( y orgullo, de estar lesionado, flipante).Esto está más cerca del sadomaso, que nada.

  • Silvia dice:

    No creo que nadie este orgulloso de estar lesionado. Una cosa es que si no trabajas no te lesionas y por tanto las probabilidades son mayores y otra cosa es que uno este orgulloso. De hecho, para mi en persona es mas bien un poco vergonzoso puesto que la culpa es mia, y normalmente suele ser asi. Nos lesionamos por no hacer las cosas como hay que hacerlas.

    Por otrolado las “pataletas” son una forma de hablar y en realidad no es sino aversion ante el cambio. Por ello, solo queda entregarse a la practica y las pataletas y la aversion desaparecen. Despues empieza el goce de la practtica.

    Julian no conozco a ningun Fachi. No entiendo este intento de buscar el insulto sobre todo a alguien que no es sino un referente en esta disciplina y es uno de los mejores profesores de Iyengar. Y aunque no lo fuera.. Yo me haría mirar tu interpretacionde yamas y niyamas, que porotro ladoson comunes a todas ala escuelas de yoga.

    Buen dia a todos.

  • Amrit Nam Kaur dice:

    ¡Qué bueno Osca! Gracias, gracias, gracias por haberlo explicado tan bien.
    Me acuerdo cuando yo me estaba formando como profe de kundalini y viniste un día
    a darnos una clase de perfeccionamiento de posturas en la que nos enseñabas a
    formar las ashanas sin hacernos daño, respetando los límites del cuerpo, y utilizando
    mantas y cuerdas si era necesario.
    Aunque solo hables del Iyengar, es más que obvio, y tú mismo lo dices, que los esfuerzos titánicos se hacen en cualquier tipo de yoga,
    porque anda que no es sabido que en kundalini nos “exigían” hacer sadhana todos los días, antes de que saliera el sol, sin saltarte ni un solo día.
    Que parecía que si no lo hacías era pecado mortal y un poco más y te excomulgaban. Por eso me ha echo mucha gracia lo del yoga de posguerra
    Lo que está claro es que el yoga, del tipo que sea, es una herramienta, y cada uno la tiene que utilizar para mejorar y crecer , no para lesionarse, ni obsesionarse con
    la perfección, las creencias, etc. De hecho hay mucha gente que lo que más le importa es hacer yoga estupendamente bien para recibir el elogio de su maestro y del resto de sus
    compañeros, en definitiva para lucirse, y tú mejor que nadie sabrás, que en kundalini si haces una sadhana, con una kriya larga y complicada eres casi un dios y si no la haces eres
    un mindundi cualquiera, un ciego que no ha terminado de entender lo que es el yoga.
    Cada uno tiene su camino, su nivel, su fondo, su ritmo y utiliza esta disciplina, o debería hacerlo. de una forma sana, y como tú dices DISFRUTANDO, ese es el mensaje que se debería dar.
    Hay que cambiar el “Hazlo perfecto o no lo hagas” por un carpe diem constante que te lleve al nirvana en cada clase. No que te lleve a la extenuación.
    Nuevamente
    Muchas gracias.
    Un Saludo.

  • Jon dice:

    Mis agradecimientos a Oscar tienen que ver con su intención de fomentar y debatir acerca del yoga. Mi interés es el de entender mejor, enriquecer mi experiencia personal, mi acercamiento, mi filtro. Escuchar diferentes puntos de vista y experiencias siempre ayuda. No le encuentro ningún interés en jugar al deporte nacional de la crítica destructiva al que hace y se expone y el de posicionarse con uno o con otro. El interés del artículo radica, para mí, en exponer una visión argumentada, no en que tenga razón o no. En referencia a varios comentarios al artículo, entiendo que si no te gusta un profesor no vas a sus clases y punto. Además, siendo muy importante el profesor, lo es aún más la disposición y el trabajo de cada uno.
    Un saludo

    • Hola Jon,

      El agradecimiento es mio por elevar el nivel de brillantez en el blog. En cuanto tenga unos minutos, voy a comentar estos otros comentarios tan interesantes. Gracias a todos.

  • Hola de nuevo,

    ¿Habéis visto estos dos nuevos artículos sobre el artículo de Patxi Lizardi?

    Creo que siguen en la linea de la argumentación que estaba haciendo en ese artículo del yoga de postguerra.

    1. https://oscarmontero.com/comentario-al-articulo-de-patxi-lizardi/
    2. https://oscarmontero.com/la-practica-del-yoga-se-dice-en-singular-o-plural-comentario-al-artculo-de-patxi-lizardi-parte-ii/

    Echadles un ojo. Aunque me queda por escribir otro artículo en esa serie sobre el tema aquí tratado en estos comentarios, el del esfuerzo.

  • oscar dice:

    En el comentario de Sylvia hay una frase que resume muy bien un tipo de creencia, de adoctrinamiento:
    “Hay que enfrentarse con uno mismo hasta llegar al mismo límite”.

    Enfrentarse a uno mismo,. Por un lado, se puede entender que este “uno mismo” representa, en clave, yóguica, los apegos y aversiones, y que por lo tanto han de ser minimizados porque, si son vinculantes, esclavizan. Ahora, en el tratamiento de los apegos y aversiones, la Gita recomienda la práctica del yoga, del karma-yoga. Este tratamiento lo he comentado por encima en la segunda parte del artículo.

    Para minimizar los apegos y aversiones, hace falta entender cual es el diagnóstico y el problema fundamental del ser humano. Y eso no se descubre por azar. Esto no se descubre por “uno mismo” sino con la ayuda de un maestro, pero de un maestro que también explique. Para conocer un tema es necesario exponerse a un contenido, y para poder discernirlo es necesario una enseñanza en forma de palabras. Si quiero aprender física cuántica voy a un profesor de física no aprendo yo sólo o aprendo en la profundizad del silencio. Uno puede creer ilusoriamente que uno puede encontrarlo sólo pero esta idea es una cosa muy moderna, propia de la razón ilustrada.

    La práctica del asana es un mecanismo excelente para trabajar los apegos y aversiones porque al practicar asiduamente se cultiva la fuerza de voluntad y se crea un habito muy saludable de disciplina. Pero otra cosa es la creencia, que asoma en esa línea de Silvia. Se deja entrever que la ascesis, al límite, al enfrentamiento duro con uno mismo va a solventar los raga-dvesas. Pero si ni siquiera se sabe con qué se enfrenta uno. Como si ese “uno mismo” fuera el problema. Quizás el problema está en saber que es ese “uno mismo”, ese “ser” y las concepciones e identificaciones que uno tiene de sí mismo. La dureza puede crear intolerancia emocional, irritación, frustración, hermetismo, frialdad, distanciamiento, soledad, aislamiento social. Esa creencia de ir al límite, a mí, me parece peligrosa. Y no es una broma. Una cosa es esforzarse, y esforzarse con el esfuerzo adecuado, y otra cosa es ser un kamikaze. Si que es verdad que en la práctica de asana es necesario un profesor par que te corrija y de dirección, porque uno puede hacerse perezoso y torcerse, pero de ahí, a practicar con un esfuerzo titánico, desmesurado, extenuante, creo, que es excesivo, y carente de entendimiento.

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