Empacho de experiencias

thinkerEn la mayoría de escuelas de yoga en occidente se suele prestar poca importancia al estudio en detalle de las escrituras propias del yoga y de la cultura védica. Tambien se suele ignorar la importancia que la propia tradición de maestros otorga a las escrituras como instrumento de conocimiento de uno mismo.  Instrumento de conocimiento, aceptado como válido para eliminar el problema fundamental al que nos enfrentamos, la ignorancia sobre nosotros mismos.

Son pocos los que prestan la suficiente atención al estudio de los textos y a la metodología de enseñanza que los maestros han facilitado. Y lo que es más sorprendente, por falta de información y de investigación,  existe la creencia profundamente arraigada que la escucha, en análisis  y la contemplación de las palabras de la escritura es una  especie de conocimiento “teórico” que nada tiene que ver con el verdadero conocimiento que puede dar la experiencia, o la vivencia de determinados estados de consciencia pueden producir por si mismos. Nada más lejos de la realidad. 

Parece ser que existe una confusión en lo que se entiende como conocimiento, y los diferentes instrumentos para lograr conocimiento.
Ecribí un artículo  entre las diferencias entre conocimiento y experiencia hace unas semanas.

Empacho de experiencias y acciones
Hay en realidad un empacho y una tergiversación de lo que la experiencia puede producir y un constante  empeño en afirmar que únicamente  a traves de experiencias cada vez más “intensas” y mas “eufóricas”, y el consumo de las mismas,  se puede llegar a un tipo de resultado que favorezca el conocimiento de uno mismo.

Prashant Iyengar, el hijo de BKS Iyengar, advierte constantemente, que los practicantes de yoga quedamos enganchados al consumo de experiencias que no necesariamente se convierten en conocimiento.

Prashant señala en muchas de sus clases, que somos consumidores insaciables de experiencias y “yonkis” de la acción. Advierte, que esto tiene poco que ver con los verdaderos significados de la practica y el estudio del yoga esencial y reitera una y otra vez la tendencia obsesiva por parte de los llamados practicantes de yoga a la acción, a la cultura de la acción, y a la creencia de lo que puede producir la acción por si misma, al trabajo fisiocrático y al empeño en hacer más y más y más, especialmente en la práctica de asana y pranayama.

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