Todo acerca de la Gracia.

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Por Swami Dayananda Saraswati[1]

Me gustaría pensar en voz alta acerca de lo que es la Gracia. Todo el mundo usa esta palabra. Una expresión muy común en la India es: “todo es por la Gracia del Señor”. También en la cultura occidental veo que la palabra Gracia se usa frecuentemente. Se asume siempre que la fuente de Gracia es el Señor, el cual está más allá del ámbito empírico. Y aunque las personas realmente no entiendan qué es el Señor, o Dios, o Īśvara, Él es aceptado como la fuente de Gracia por aquellos que reconocen que en la vida existe la Gracia. En la tradición india se ha pensado mucho sobre la Gracia (anugraha, kṛpā). No aceptamos de manera simple las cosas sin indagar (vicara). Toda nuestra tradición es una tradición basada en la indagación. Incluso las formas culturales están conectadas con la religión, y las formas religiosas están conectadas con la sabiduría, y la sabiduría nace de la indagación (vicāra). Vicāra es indagación en los libros canónicos (śāstra-vicāra); indagación en ellos como medio de conocimiento (pramāṇa-vicara).

guru-shisya-parampara

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¿Qué Es la Gracia?

Supongamos que la Gracia procede de Īśvara, el Señor. En ese caso, Él tiene que escoger. ¿Cómo escogerá a quién le otorgará Su Gracia hoy? Al levantarse en la mañana va a tener que preguntar a Lakhsmi[2]: «¿A quién le doy Mi Gracia hoy?» Deberá usar un método de elección, quizá una tómbola. ¿Cómo elegirá el Señor a la persona merecedora de la Gracia? Siempre pensamos que la Gracia es algo que nos llega de alguna parte, de vez en cuando —algunas veces pidiéndola, y otras, sin pedirla—. En realidad, la Gracia es el resultado del karma. Pero no sabemos cuándo hicimos el karma para ganar la Gracia. Tampoco sabemos cuál karma es la causa de una Gracia particular. Cuando no puedo determinar con precisión cuál karma fue responsable de esto tan deseable que está conmigo hoy, graciosamente digo que es una Gracia de Dios. El resultado de la acción (karma-phala) expresado como Gracia. El resultado del karma ganado por usted, tanto en este nacimiento, como en anteriores (asmin janmani janmāntare vā), y que produce Gracia no es, en definitiva, un simple karma egocéntrico. No está centrado en un pequeño yo confinado en usted, el individuo, ni en su pequeña familia. Ese karma no va a ganar Gracia. Pero cuando usted llega a hacer algo para ayudar a otra persona, para ayudar a la comunidad, a otros organismos vivientes del mundo, cuando hace algo que implica un yo que acomoda a algo más que a la pequeña unidad llamada familia, ese karma, conocido como purta-karma, gana la Gracia. En la antigüedad, la gente fundaba instalaciones para uso público, tales como un pozo, un estanque, incluso un templo, un lugar adonde ir y relajarse (vāpi-kūpa-taḍākādi devatāyatanāni ca). Todo esto es llamado pūrtakarma. Se gana Gracia al realizar alguna de estas cosas. Pero no sabemos qué karma produjo que Gracia. De manera similar, nuestras oraciones diarias, rituales, y demás, también ganan Gracia.

Fuente de la Gracia

La Gracia no es algo que el Señor distribuye entre algunos escogidos. Es algo que ganamos como resultado de nuestras acciones (karma phala). Por supuesto El Señor está muy presente allí, por ser quien otorga los resultados de las acciones (karma-phala-dātā). Las leyes producen el resultado de la acción, y esas leyes no están separadas de Īśvara.

El mundo (Jagat) no puede ser completamente diferente de su causa, el creador. Si este Jagat, el mundo, tiene una determinada realidad, esta realidad no puede llegar a existir sin un material. El creador no solo tiene que tener el material, sino el material apropiado. Esta adecuación del material apropiado debe ser, no solo en términos de lo que contiene el efecto o producto, sino también de su realidad. Por tanto, es inevitable que Īśvara tenga en sus manos cierto material apropiado. Además, el material no puede estar separado del creador. Si el material está separado del creador, aquello que los separa será el espacio o el tiempo pero tanto el espacio, como el tiempo, son efectos o productos. Son partes integrantes del todo (Jagat). Así que, el espacio que aún no existe no puede crear ninguna separacion entre el material e Īśvara. Tanto el material como el creador son idénticos. Īśvara «creado, él mismo se convirtó», aṣrjata svayam abhavat. Este es un mensaje muy importante del Veda. «Él deseó: “Que pueda convertirme en muchos. Que pueda producir”. Entonces se reflejó (en su previa creación). Habiéndose reflejado, creó todo esto, todo lo que hay aquí», so’kamayata. bahu syām prajayeya iti. sa tapo atapyata sa tapstaptvā idam sarvam aṣrjata yad idaṃ kiñca. Él mismo se convirtió en todo. Īśvara, en tanto que creador, es Él; en tanto que material, es Ella. Por esta razón, tenemos un Īśvara cuya manifestación es Jagat (ni siquiera es su Creación, porque hay Creación solamente cuando el material es diferente del Creador). Si Él se ha convertido en el Jagat, si está manifestado en la forma de Jagat, que incluye el cuerpo de usted, así como su mente, y sus sentidos, entonces, no hay controversia acerca de que exista un material separado de Īśvara. Es muy importante saber esto.

¿Qué es la Gracia? Siendo idénticos el creador y el material, y no estando el Jagat separado del Señor, así las leyes, que también son el Señor, producen el resultado de la acción. Conocemos parcialmente algunas de estas leyes. Y muchas son desconocidas. Ni siquiera entendemos las leyes humanas, ¡mucho menos las leyes naturales! Solo una cosa sabemos, y es que las leyes, siendo lo que son, no se equivocan. Las leyes no se transgreden a sí mismas. Por esta razón, puedo estar tranquilo sabiendo que las leyes no pueden engañarme. De acuerdo con las leyes, gracias a todas esas acciones especiales que he hecho, he ganado algún resultado favorable (karma-phala) llamado puṇya. Pero no puedo establecer con precisión qué karma me ha traído este punya. En la vida usted tiene que estar en el lugar adecuado, a la hora adecuada; no puedo explicar lo que causa que esto suceda.

No sé si es verdad, pero definitivamente todos ustedes piensan que estar en los Estados Unidos es estar en el lugar adecuado. Sin embargo, los que recién llegados piensan que no lo hicieron en el momento adecuado, a menos que estuvieran involucrados en una nueva empresa en Internet, y pudieran venderla con una ganancia elevadísima. Hay otros que siempre han pensado que llegaron un poco tarde: están en el lugar indicado pero en el momento inadecuado. Estar en el lugar indicado a la hora adecuada no está en nuestras manos. Es divertido ver cómo hacemos planes. Si quieres hacer reír a Dios (Él es un tipo muy serio) todo lo que tienes que hacer es contarle tus planes de futuro. De la mano a la boca desaparece la sopa. Por tanto, estar en el lugar correcto a la hora correcta, no está en mis manos. No puedo dominar todas las variantes. La vida en su totalidad es un juego de porcentajes, como el béisbol. No tenemos la última palabra. Cuando tenemos este dilema, persona auto-consciente reconoce su impotencia. Cuando uno reconoce su impotencia, y luego se encuentra en una situación favorable, la persona pragmática y objetiva no puede hacer otra cosa que reconocer y aceptar que algo desconocido moldeó esa situación a su favor. Uno debe agradecer este hecho.

Reconocer la Gracia

Las personas que aceptan la Gracia son objetivas, pragmáticas. Gracia es la aceptación graciosa de una situación. También la Gracia nos hace seguir adelante. Usted ve la luz verde del semáforo, y avanza suponiendo que el otro conductor vio la luz roja. Esta suposición está basada solo en la Gracia porque usted no tiene ninguna base para tal suposición. Es pura confianza. El otro conductor puede estar viendo muchas luces porque tomó muchas Bud’s light[3]. ¿Cómo sabe usted que, aun habiendo visto la luz roja, no va a saltarse el smáforo?

Cuando usted espira, tiene la confianza de que podrá inspirar, de que el aire que ha expulsado volverá a entrar. Expulsa el aire pensando que este volverá porque si abrigara alguna duda trataría de no expulsarlo. De todos modos, aun cuando expulse el aire pensando que volverá, siempre existirá la posibilidad de que no regrese. Ahora miremos este palpitante corazón. Es la bendición más grande. Aunque solo es una bomba, es mucho más. ¡Qué resistente es! Comenzó a latir incluso antes de que ustedes nacieran, aun antes de que vieran la luz del día. Y ha estado palpitando todo el tiempo sin ningún descanso. Si a ustedes les pidieran que apretaran el puño y lo volvieran a abrir durante 15 minutos, a los 10 minutos estarían pidiendo un descanso para el té. Sin embargo, este bendito corazón ha trabajado todo el tiempo. No ha tenido ningún descanso. Aun si a ustedes les sobreviene un coma, el corazón seguirá latiendo. Es un órgano asombroso. Solo es tejido muscular, pero definitivamente entre latido y latido, yo veo Gracia verdadera, ya que después de un latido, puede no seguir el otro. Puede detenerse. El ritmo es: latido, Gracia, latido, Gracia, latido, Gracia, latido, Gracia, latido.

Lo que digo es que existe imprevisibilidad, y sobre ésta trata precisamente la Gracia. No es que la Gracia sea algo que nos visita ocasionalmente. Está muy presente entre latido y latido. Que estemos vivos, es un milagro. Que aún estemos cuerdos, es otro milagro. Que permanezcamos casados y cada uno admire al otro, es el milagro de milagros. Se llama ‘āścarya’, asombroso. Que sean bendecidos con niños es otro milagro. Cada vez que ustedes salen a la calle y vuelven indemnes, es un milagro. Todos los días oímos de accidentes, terremotos y erupciones volcánicas.

Yo era un ávido lector de noticias pero un día terminé con la lectura de periódicos. Tres años después, cuando volví a leer uno, no encontré ninguna diferencia. Y cuando leí la sección deportiva, ¡encontré que la India había perdido el campeonato! Que seamos capaces de mantener la cordura a pesar de esto, es debido a la Gracia. La Gracia parece que trabajara horas extras. Qué cosa más hermosa es reconocer la belleza de la vida, apreciar que estoy vivito y coleando. Cada momento es una realidad que me revela algo precioso, y si estoy viviendo el momento, lo disfruto. Para reconocer la Gracia uno tiene que reconocer el significado, la profundidad y el milagro de simplemente vivir.

Ganar la Gracia, ejercer el libre albedrío

Ganamos la Gracia por acciones deliberadas, no por nuestras reacciones. Acciones salir fuera para ayudar o como orar ganan Gracia. La mayoría de nosotros estamos ocupados día tras día gastando nuestro tiempo con reacciones y reacciones a las reacciones. Primero, reaccionamos con ira y decimos cosas inapropiadas. Después, nos arrepentimos de haber dicho lo que dijimos. Esa es otra reacción. Solo mediante acciones podemos expresarnos.

Lo que realmente le hace a usted diferente de cualquier otro ser viviente en este planeta es su capacidad de escoger. Esa capacidad de escoger es lo que se llama libre albedrío. Si una vaca es vegetariana, no es porque haya elegido serlo pero si usted es vegetariano, es porque lo eligió. Eso es voluntad. Usted escoge. Y esa libertad que nuestra voluntad parece tener, es una libertad inhibida. No es libertad total porque usted siempre estará en una situación en la que se espera que haga algo apropiado a las circunstancias. Puede que no me guste hacerlo pero debo hacerlo porque es mi deber. Los indios invariablemente tienen ese concepto de deber (kartavyam). Incluso, con relación al trabajo, dicen, «voy a cumplir con mis obligaciones», «he renunciado a mi deberes», «he asumido nuevos deberes». Todo el tiempo recibo cartas diciéndome, «Swamiji, he cumplido con todos mis deberes, quiero ir con usted». ¡Ahora se convierte en mi deber cuidar de este hombre! A menos que ame hacer lo que necesita ser hecho, el concepto de deber ejercerá presión sobre usted. Si tiene que hacerlo, le guste o no, será mejor aprender a disfrutar de lo que va a hacer.

Así he aprendido a disfrutar de ciertas cosas. Por ejemplo, nunca me ha gustado la karela (calabaza amarga), y nunca he podido entender cómo puede gustarle a alguien. Después de que me convertí en sādhu, decidí que iba a comer esta calabaza amarga, y tomé una decisión (sankalpa). Una vez que has tomado un sankalpa, debes mantenerte firme. Entonces me invitaron a almorzar y sirvieron este vegetal. Puesto que había tomado ese sankalpa, lo comí tranquilamente. Fue difícil pero lo comí. Así que la anfitriona creyó que me gustaba la calabaza amarga, y me sirvió por segunda vez. Puesto que había decidido comer calabaza amarga, comí este segundo plato. A la tercera vez, dije: “¡suficiente!” En otra ocasión, alguien más me invitó a almorzar. Esta persona telefoneó a su vez a otra persona, y le preguntó: “¿Qué le gusta a Swamiji?”, y la respuesta fue: “a Swamiji le encanta la calabaza amarga”. Esta información también saltó de ciudad en ciudad. Antes de que llegara a algún sitio, ya me esperaba la calabaza amarga. Terminé comiendo calabaza amarga todo el tiempo. Donde quiera que fuera, ahí estaba. En el proceso aprendí a que me gustase.

Este es un ejemplo efectivo que muestra que cuando estoy constreñido a hacer alguna cosa, es mejor que la ame. Debo aprender a que me guste. Entonces no estaré presionado. A causa de la presión, mi libre albedrío siempre está inhibido. Hago algo quejándome en voz baja. Lo hago con descontento. Entonces el libre albedrío se vuelve un rehén en manos de sus propios rāga y dveṣa, (gustos y aversiones). Incluso cuando hace algo importante ayudando, no sale de su corazón. Esto es porque está presionado. Supongamos que tiene que conducir un auto en la ciudad de Madrás. Se detiene en un semáforo. Entonces llegan los mendigos y piden. Entre ellos hay un novato. Este pide con mucha naturalidad una vez, y no obtiene nada, así que va a la siguiente persona, y a la siguiente, etc. Pide una vez, y se va. No sabe cómo pedir. Tiene que aprender de los otros. Los mendigos experimentados le hacen sentir a usted tan desdichado con su gimoteo, que termina por darles algo. Lo que usted da, es más por deshacerse de su desdicha, que por ayudar al mendigo. Pero esto no es dar; tiene que dar con todo su corazón, solo entonces hay Gracia. No hay otra forma de ganar la Gracia. Tiene que venir de usted. Sea más grande de lo que cree ser. Puede tener millones de dólares y, aun así, sentirse pequeño porque no puede abrirse a los demás. Rico es aquel hombre que ganándose la vida mendigando y teniendo una sola rupia, al escuchar a otro mendigo que le dice: «tengo hambre», le regala la rupia, porque es más rico por una rupia más. Él es un hombre rico, y no el millonario que no puede separarse de un penique.

Solo cuando usted sale a ayudar gana Gracia. La oración también gana Gracia. Sin embargo, no es tan fácil orar, y es muy difícil orar de corazón. El ego no va a dejar que suceda. A pesar de que la persona sepa que está desamparada, aun así, hay algo que la hace incapaz de orar. ¿Por qué? Porque hay algún tipo de problema con la autoridad. Aquellos que no pueden orar, quizá tengan un problema real con su padre. Se trata de una cuestión psicológica.

La Gracia es algo en lo que usted tiene que descubrir. La Gracia no es distribuida por Dios. Es como buscar agua subterránea, en el sentido que tiene que ser encontrada, y este descubrimiento se hace unicamente con la acción. La Gracia siempre está ahí. Es una posibilidad como cualquier otra. Hay muchas cosas manifestadas que aparecen en este universo. También hay muchas posibilidades en potencia esperando que usted acceda a ellas. Cada fragmento de software es una posibilidad. Cada pieza de hardware es una posibilidad. Esta Gracia es otra posibilidad. Nadie ora simplemente porque esté bajo presión. Las personas creen que usted orará cuando tiene problemas. No. Cuando usted tiene problemas golpea la cabeza contra la pared, telefonea a alguien y llora. O compulsivamente sale y compra una cantidad de cosas que no puede usar. No necesita orar. La oración es la única acción en que la voluntad es totalmente libre, puede que usted no reze. La oración es una acción (karma). Es una acción física, oral o mental (kāyikam vācikam mānasam karma). Con la mente usted ora deliberadamente; con la voz, ora; mediante los rituales, ora. La oración es una acción deliberada, donde el libre albedrío es totalmente libre —un libre albedrío desinhibido—. Esta es esa clase de acción que logra la Gracia. Por esto es que decimos: «realizo este karma para ganar la Gracia de Parameśvara (śri parameśvara-prītyartham aham idam kariṣye)». No es para complacer a Īśvara. Si Īśvara tuviera que ser complacido, tendríamos que mantenerlo de buen humor. No. La Gracia la ganamos.

Hay varios tipos de Gracia. Primero identificamos la Gracia de la fuente originaria, como la Gracia de Īśvara. También hay subgrupos. Está la Gracia del gurú, la Gracia de nuestros mayores, la cual se gana por realizar seva[4], etc. Además de la Gracia de Īśvara (Īśvara- kṛpā) y la del gurú (guru-kṛpā), requerimos la Gracia de la sastra[5] (śāstra-kṛpā). Podemos contar con la Gracia del gurú pero cuando usted toma la escritura, se queda dormido. La sastra debe revelarse a sí misma. Esto también es la Gracia de Īśvara pero un subgrupo. Finalmente, está la ātma-kṛpā, usted debe ser merecedor de la Gracia. Usted debe ganar esa Gracia. Algunas veces no reconocemos la Gracia. Es como las flores que florecen en su jardín después de que su esposa ha trabajado mucho. Sin embargo, usted ni siquiera las mira, porque está muy ocupado; su mente está completamente ocupada en los problemas que tienen que ser resueltos. Naturalmente, usted no tiene ojos para verlas. Pero la Gracia está disponible: Reconózcala. En los ojos de su niño puede ver la Gracia. Cuando usted abre la boca y dice una buena palabra, hay Gracia fluyendo. Debe ser consciente de esto. Entonces encuentra que su vida es una vida de Gracia. Esto es ātma-kṛpā. Usted gana la Gracia mediante la ayuda, reconociendo una causa y haciendo lo que tiene que hacer. Reconozca una situación en la que tenga que hacer algo. Vea si la causa vale la pena; no desperdicie su energía, sus recursos, el dinero que haya ganado. Identifique una causa noble, póngase en acción, y sea más grande de lo que piensa que es. Así es como crecemos. Así es como ganamos la Gracia.

 

Traducido por Helger Morales y revisado por Óscar Montero.

[1]Publicado en el Arsha Vidya Gurukulam, recuerdo del decimocuarto aniversario, año 2000

[2] Consorte del Señor Visnú

[3]Juego de palabras con la palabra light, que significa “luz”, pero que también significa “ligero, suave”. “Bud” se refiere a una cerveza, ‘Bud’s light’

[4] Servicio

[5] Escritura

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