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Dos definiciones de yoga. Comentario al articulo de Patxi Lizardi (parte III)

Escrito en Yoga Iyengar el febrero 14th, 2013 por Oscar Montero – Comentarios desactivados en Dos definiciones de yoga. Comentario al articulo de Patxi Lizardi (parte III)

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El desconocimiento de las definiciones de yoga es un ejemplo más del de la desvinculación del yoga frente a la educación espiritual tradicional, la religión, el estilo de vida, y en definitiva, de los lugares comunes que se han mantenido históricamente hasta hace poco en oriente, y que han ido desapareciendo, desde hace ya cinco siglos, en occidente, con la llegada del pensamiento moderno. El yoga moderno, difícil de detectar, adolece en las aulas de yoga de un programa educativo completo capaz de aportar un sentido totalizador a la vida. La falta de formación en el profesorado, la influencia excesiva del misticismo y del espíritu moderno (anti-tradicional) hace que el yoga se presente como un yoga ateo, un yoga para el que Dios ha muerto, y donde lo que impera es sentirse bien, el entronamiento de la vitalidad, y la ascesis desligada de la búsqueda de conocimiento metafísico.

krishnamacharya

Regresando a las raíces: dos definiciones de yoga.

En la Bhagavad Gītā[1] el Señor Kṛṣṇa presenta un método para neutralizar los apegos y aversiones mediante el cultivo de una doble práctica de yoga que está contenida en dos actitudes particulares: La actitud hacia la acción y la actitud hacia los frutos de la acción. Este método doble se llama karma-yoga. Este karma-yoga está recogido, fundamentalmente, en los versos 2.47, 2.48 y 2.50. Los versos 2.48 y 2.50 son definiciones clasiquísimas de lo que se entiende en la Gītā por yoga, yoga-vidyā, o karma-yoga.

Estas dos definiciones del yoga, como definiciones, están al mismo nivel que la definición más popular de yoga, la de Pa̅tañjali (yoga es la restricción de las fluctuaciones de la consciencia). Son dos definiciones dadas exclusivamente en la Gītā, amén de las que podamos escoger en las Upaniṣads. Pa̅tañjali conoce bien la tradición; en su tratado hace un exquisito análisis de las prácticas ético-morales y les otorga una importancia fundamental. Sin embargo, a pesar de que los adeptos al yoga conocen los principios ético-morales descritos en los su̅tras dedicados a yama y niyama, raro es encontrar a aquel que las acepte como prácticas efectivas-reales, y se ponga a practicarlas con igual entusiasmo y metodología que cuando practica āsana y prāṇāyāma. Sigue leyendo »

Comentario al artículo de Patxi Lizardi

Escrito en Yoga Iyengar el diciembre 4th, 2012 por Oscar Montero – 42 Comentario

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La Asociación Española de Yoga Iyengar (AEYI) publica anualmente una revista (Yoga Jwāla) del interés para la comunidad de yoga. En el número trece de este año 2012 viene recogido el artículo del autor Patxi Lizardi titulado: Reflexiones sobre la actitud necesaria en la práctica del yoga.

Como comentario a algunas áreas de este artículo, voy a publicar en este blog un artículo dividido en las siguientes secciones:

  1. Las técnicas no se pueden concebir aisladas, sin cultura.
  2. ¿La práctica del yoga se dice en singular o plural?
  3. Dos definiciones de yoga tradicionales.
  4. Insuficiencia en el análisis de la liberación.
  5. La solución del yoga a la liberación.
  6. El valor del esfuerzo, su alcance y lugar en la jerarquía de sādhanas (medios).

1. Las técnicas no se pueden concebir aisladas, sin cultura.

¿Cuál es la importancia que adquiere una técnica sin un contexto cultural? Supongamos que tuviésemos en las prácticas espirituales cristianas una disciplina de ejercicios posturales y de respiración parecidos a los expuestos en el popular tratado de yoga Haṭha Yoga Pradīpikā. Los devotos cristianos podrían emplear estas técnicas como medio complementario de purificación en su rutina religiosa diaria. Podríamos fácilmente demostrar que esas técnicas promueven la salud, favorecen una vida disciplinada, sencilla, contenida, y son, en definitiva, conducentes a un estilo de vida impregnado por la visión y la cultura del mensaje cristiano.

Ahora bien, supongamos que esas técnicas se desvinculasen de todos los aspectos que recoge la cultura cristiana, y se exportasen a otra sociedad moderna donde el valor por la sabiduría, la búsqueda de la liberación, las prácticas religiosas, el dharma, las relaciones comunitarias y otras instituciones tradicionales ya no fuesen entidades a las que la población se acogiese mayoritariamente.

En esa sociedad moderna, los sujetos que adaptasen esas técnicas a sus hábitos de vida, por muy potentes que fuesen las técnicas —desvinculadas completamente de su cultura—, recibirían beneficios, sin duda, pero ciertamente limitados puesto que esas prácticas-técnicas fueron precisamente concebidas como prácticas complementarias; Prácticas que estaban diseñadas para complementar un estilo de vida sustentado por una visión. Y precisamente, es la visión y su mensaje los que confieren el poder semántico a la cultura y al estilo de vida que se adopta para realizar la visión. Sigue leyendo »


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