Las cuatro metas (Purusharthas) de la vida

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Las cuatro metas (Purusharthas)
Los Vedas clasifican todas las metas del ser humano en cuatro categorías fundamentales. Estas cuatro metas son conocidas con el nombre de Puruṣa̅rthas y son las siguientes: Dharma, la ética; artha, la seguridad, Ka̅ma, el placer; y mokṣa, la libertad. Estas metas humanas básicas pueden ser subdivididas en dos grupos. El primer grupo, compartido con todos los seres vivos,  consiste en la búsqueda de la seguridad (artha) y el placer (ka̅ma). En el segundo grupo, único en los seres humanos, consiste en el esfuerzo conforme a la ética (dharma), y la búsqueda de la liberación (mokṣa).

Artha.

Artha, representa todas las formas de seguridad en la vida y es una de las dos búsquedas que los seres humanos comparten con otros seres vivos. Todo ser vivo  busca la seguridad en una forma apropiada según sea dicho ser vivo. El perro entierra el hueso, la abaje llena el panel de miel y la ardilla acumula bellotas. Todos los animales poseen un sentido de inseguridad y quieren estar seguros. Sin embargo, su actitud y comportamiento están controlados por un “programa” auto-integrado  y su sentido de seguridad está contenido. Por otro lado, para los seres humanos, no hay un final para el anhelo de la seguridad en la forma de riqueza, poder, influencia y fama. Independientemente de cuanto se acumule, la inseguridad continua.  

Ka̅ma.

Ka̅ma representa las diferentes formas de placer sensual. Todos los seres vivos buscan lo placentero a través de los órganos de los sentidos de que disponen. Buscan lo que están programados para disfrutar directamente y de forma simple. La búsqueda de placer para el ser humano es más compleja. Los deseos instintivos se hacen más complejos por la habilidad de considerar una amplia gama de deseos personales.

Cada persona vive en su propio mundo privado, en su mundo subjetivo de gustos y aversiones. Los valores subjetivos no permanecen iguales. Cuando los valores cambian, los gustos y aversiones también lo hacen. Los gustos y aversiones dictaminan los placeres que se buscan y los que se evitan o rechazan. Todos los seres humanos se esfuerzan para obtener lo placentero y evitar lo desagradable.

Puesto que el esfuerzo por la seguridad y el placer no está controlado de forma instintiva, sino que es guiada por valores personales, se hace necesario para las sociedades humanas mantener un sistema de normas que sea independiente de los valores subjetivos de cualquier individuo.

Dharma.

Han de existir normas que controlen las diversas acciones ya que todo ser humano tiene la facultad de elegir.  No sólo las metas elegidas han de ser permisibles, sino los medios para conseguir las metas también han de adecuarse a ciertos valores. La ética es conocida como este conjunto especial de valores que controlan la elección individual de las acciones. Para ser ético no es necesario ser religioso. Las normas éticas que precisan los medios correctos e incorrectos para conseguir la seguridad y el placer están basadas en el sentido común. Sin embargo, existe otro grupo de deberes éticos que tienen una naturaleza religiosa. La ética religiosa confirma el sentido común y añade algunos principios más.

La ética religiosa se conoce como dharma. Está ética religiosa que se encuentra en los Vedas confirma las normas de sentido común, precisa mas normas religiosas sobre lo que debemos y no debemos hacer y añade el concepto de merito (puṇya) y  demérito (pa̅pa). Puṇya y pa̅pa son los resultados producidos por acciones apropiadas e incorrectas en esta vida o en las sucesivas.

De acuerdo al dharma, la acción humana tiene un resultado desconocido y no visible,  así como un resultado tangible e inmediato. El resultado no visible o desconocido de la acción se acumula bajo la cuenta del hacedor de la acción en forma sutil y, con el tiempo, fructificará, de forma tangible como una experiencia agradable o desagradable. El resultado sutil de una acción apropiada (puṇya) fructifica como placer. El resultado sutil de una acción impropia (pa̅pa) fructifica como dolor.

Dharma ocupa el primer lugar en los puruṣa̅rthas debido a que el esfuerzo por la seguridad y la búsqueda del placer debe estar gobernado por las normas éticas. Artha, la búsqueda de la seguridad, ocupa el segundo lugar puesto que el deseo de vivir es el principal deseo de todos. Sin embargo, la mera supervivencia no es suficiente para el ser humano ya que este desea ser feliz y buscar los placeres. De este modo, ka̅ma es el tercer puruṣa̅rtha.

Mokṣa.

El ultimo puruṣa̅rtha es la meta de la liberación, mokṣa. Mokṣa está listado el último puruṣa̅rtha porque se convierte en una búsqueda directa solamente cuando se han analizado las limitaciones inherentes en los tres primeros objetivos.

Tanto mokṣa, como dharma son búsquedas peculiares que no son compartidas con otros seres vivos. Incluso en los seres humanos, la liberación es un asunto consciente de sólo algunos pocos.  Estos pocos reconocen que lo que quieren no es más seguridad o más placer sino la libertad en sí misma, libertad de todos los deseos. Cuando una persona madura analiza sus experiencias descubre que detrás de sus búsquedas dharmicas de la seguridad y el placer, las cuales son dirigidas por la ética,  existe un deseo básico de ser libre de toda insuficiencia, de ser libre de la incompletitud en sí misma, un deseo básico que cualquier cantidad de dharma, artha o ka̅ma no pueden satisfacer.

Las dos secciones de los Vedas

Los Vedas están divididos en dos secciones. La primera sección, conocida como karma-ka̅ṇḍa, trata del dharma, artha y ka̅ma. Todas las acciones descritas en esta sección se relacionan con el cumplimiento de estos tres primeros puruṣa̅rthas. Esta sección es muy voluminosa ya que trata con los deseos humanos y las acciones que son necesarias para cumplirlos.

La segunda sección de los Vedas, jña̅na-ka̅ṇḍa, contiene las Upanisads. Es una sección pequeña ya que su temática trata de un único deseo: mokṣa (la liberación). El cumplimiento de este deseo no se realza a través de acciones, que son muchas y variadas, sino a través del conocimiento mismo. La obtención de este conocimiento es la ganancia del objetivo final. Cuando lo que se busca en la vida es libertad sobre las limitaciones, la misma revelación y descubrimiento de la naturaleza del  uno mismo es el fin. No se requiere acciones o prácticas para implementar este descubrimiento. Puesto que este conocimiento está en la última sección de los Vedas, también se conoce como Veda̅nta, que significa la parte final de los Vedas.

 

Por Swamini Pramananda Saraswati y Sri Dhira Chaitanya
Traducido por Oscar Montero.
El Artículo “Los cuatro puruṣa̅rthas” está  incluido en el libro “Pu̅rṇa Vydya̅, Vedic Herirage Teaching Programme”

 

  1. Sonia Viana dice:

    Hola Oscar: Gracias por este artículo ayudar a reflexionar sobre nuestros deseos y acciones

  2. Manuel dice:

    Os agradezco de todo corazón que compartáis vuestro conocimiento.
    Gracias y sed felices !.

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