La noción “yo conozco” pertenece a buddhi. Verso veinticinco del Atmabodha

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Verso veinticinco del Atmabodha.

ātmanaḥ saccidaṁśaśca buddhervṛttiriti dvayam
sam
̇yogya cāvivekena jānāmīti pravartate

Debido a la falta de discernimiento entre la existencia-consciencia, que pertenecen a ātman, y la modificación del intelecto, que pertenece a la buddhi, aparece la noción «yo conozco».

 

ātman, ātman dvaya, doble, dualidad, par
sat-cit-aṁśa, porción de ser y consciencia saṁyogya, habiendo unido, tras unirse
ca, y a-viveka, falta de discernimiento
buddhi, intelecto jñā, saber
vṛtti, proceso, actividad pravṛt, ocurrir, suceder
iti, fin de cita

Comentario de Swami Dayananda:

En el verso aparece la raíz verbal, √jñā, en primera persona, jānāmi, yo conozco. Si ātma es libre de todos los atributos, ¿Cómo me convierto en un conocedor? Si digo «yo conozco», jānāmi, ¿Cómo es posible que me haga conocedor? También digo «yo hago, yo oigo, yo veo». Ātma no puede oír, ver o hacer. El conocedor es ātma, pero ātma no es el conocedor. Entonces, ¿Cómo me convierto en conocedor? Para resolver esta cuestión necesitamos inquirir y discernir. La consciencia es la naturaleza de ātma. El intelecto (buddhi) es mithyā, como la realidad de la vasija, que es mythyā. El intelecto (buddhi) es ātma pero ātma no es el intelecto (buddhi). En la vasija de arcilla está presente la arcilla, de hecho, la vasija es arcilla únicamente, sin embargo la arcilla no es solamente vasija. Por eso decimos que la vasija es una realidad fenoménica que no es independiente en sí misma, siempre depende de la arcilla para su existencia. La existencia fenoménica que no es independiente la denominamos mithyā.

Si el intelecto (buddhi) es mithyā, tenemos buddhistha ātma. Buddhistha ātma hace al buddhi consciente. Buddhi se hace consciente. Cuando es consciente hay un pensamiento (vṛtti) en el intelecto (buddhi). ¿Qué es vṛtti? Un pensamiento. Hay dos tipos de vṛtti: Un pensamiento de un objeto (idam-vṛtti) y el sujeto del pensamiento, del yo. (aham-vṛtti). Por ejemplo, me estás viendo ahora, y dices el pensamiento sobre el Swami está presente, es decir, hay un pensamiento del Swami. A este vṛtti se le llama idam-vṛtti, que es un pensamiento-objeto. Swami es el objeto del pensamiento. Luego está el aham- vṛtti, es decir, el sujeto del pensamiento. El objeto es visto por ti, tu eres el veedor del pensamiento, en tu intelecto eres el veedor del pensamiento.

En realidad, no ves nada más allá de tu intelecto (buddhi). Decimos el «vasto universo», al decirlo, constituye un pensamiento en tu intelecto. Si cometes un error, el objeto tomado por erróneo es lo que ves. Esto lo llamamos proyección, adhyāsa. Esa proyección parcial es posible. Este error suele ocurrir mucho entre las personas que se cuidan mutuamente. Una de ellas dice «Oh, no me cuidas nada». No le dices esto a una persona en la calle al que no le puedes importar, sólo se lo dices a alguien a quien le importas. Y le dices: «Si me cuidases no harías esto». Esta persona sólo mira lo que ocurre en su intelecto. Muchas relaciones se rompen por las proyecciones, por los errores de percepción. Por eso decimos que no vemos nada más que lo que está en el intelecto. El intelecto puede ver exactamente lo que está ahí, o quizás ve algo particular medio inventado o proyectado. Si ves al Swami, es decir, una percepción visual simple, no hay problema.

Esta percepción tiene el objeto del Swami, y el que mira al objeto es el sujeto del pensamiento (I-thought). El pensamiento-sujeto es sat-cit-ānanda (existencia-consciencia-ilimitado), sat-cit-ānanda está en todas partes, es omnipresente, la mente es sat-cit-ānanda, la luz de la consciencia está muy presente en la mente. Este pensamiento-sujeto también es sat-cit-ānanda Tanto sujeto de pensamiento, objeto y pensamiento son sat-cit-ānanda. El sujeto del pensamiento es el veedor o es la consciencia condicionada por el conocedor ((prāmate avacchinna caitanya), la consciencia condicionada por el objeto del pensamiento (prāmeya avacchinna caitanyam), y el mismo pensamiento (vṛtti avacchinna caitanyam) en sí mismo son sat-cit-ānanda. ¿Cuántas consciencias tienes? Una, que aparece «como» condicionada por el sujeto del pensamiento (I-thought), condicionada por el pensamiento y condicionada por el objeto de pensamiento. En vez de condicionada podemos decir también “cualificada” por el sujeto del pensamiento (I-thought), cualificada por el pensamiento, cualificado por el objeto del pensamiento.

Entonces, ¿quién eres tú? Definitivamente, el conocedor; no te tomas en ningún caso por un objeto, pero, en realidad, el objeto, el pensamiento y el conocedor son consciencia, sin embargo, la realidad de la transacción (vyavahara) aparece como: «yo te conozco, te veo, te oigo». Esta es la realidad de las transacciones en el mundo. Esto es como lo experimentamos, es un conocimiento que constituye las transacciones del día a día. «Te conozco (jānāmi)», este jānāmi es debido a la consciencia con el buddhi-vṛtti, ¿Qué vṛtti? Aham vṛtti, el sujeto del pensamiento (I-thought) junto con la consciencia. La consciencia, en sí misma, no dice «yo conozco», jānāmi, El pensamiento (vṛtti) no existe sin la consciencia, así, tampoco hay jānāmi sin consciencia. Este «yo conozco«, jānāmi, es vṛtti y consciencia (cit). Pero el ignorante sólo reconoce «yo conozco«, jānāmi, y de esta manera el objeto es diferente, yo soy diferente, y así sufres la dualidad, por aviveka, por falta de discernimiento adecuado.

No está claro quién es el conocedor. Ciertas personas dicen «Tu estás más allá de la mente». Hay un Swami en California que se llama «Beyond-ānanda (más allá de ānanda)».

Estas personas piensan que hay algo está mas allá, mas allá de la mente, mas allá de todo; quieren experimentar este «mas allá», sin embargo, no puedes experimentar el «mas allá», lo que está más allá, esta mas allá. No experimentarás nada. El resto del mundo te tiene que experimentar. Conozco, jānāmi, te veo, te oigo. En verme tú estas más allá, eso es todo. La vista, lo visto, el veedor. Y tu estás muy presente con todo esto, y sin embargo permaneces puro, suddha, inafectado, permanece siempre igual, podemos decir más allá pero en este sentido de permanencia.

Ātmanaḥ saccidaṁśaśca buddhervṛttiriti, ātma que es sat y cit, y la buddhi-vṛtti, ambos se unen, saṁyogya, y dan como resultado este «yo conozco», jānāmi pravartate. El estatus del conocedor aparece con condición de agente, la condición de conocer es tomada por ser una propiedad de ātma, de forma que eres hacedor y entonces te conviertes en un experimentador (bhokta), y en un objeto para otros y puedes ser herido y afectado, es decir, entramos en el ciclo del devenir. Existe confusión, soy objeto y sujeto. Ātma es existencia (sat), es aham asmi, y aham bhami, soy la consciencia (aham cit) que se une con buddhi-vṛtti, con el pensamiento del sujeto. Entonces, aparece como si te conviertes en el conocedor, pensador, veedor.

Comentarios de Swami Paramarthananda:

En estos dos versos, Śaṅkara señala que yo, la consciencia, trasciende todas las transacciones u operaciones fenoménicas; las transacciones en el mundo son fenoménicamente reales (vyāvahārika) pero tienen lugar en mi presencial, mi presencia es requerida, y, sin embargo, no estoy involucrado en absoluto en ninguna transacción. Las transacciones las dividimos en dos: Cognitivas (jñāna vyāvahāras) y de acción (karma vyāvahāras). En las operaciones cognitivas (jñāna vyāvahāras) hay tres componentes: conocedor, lo conocido y el proceso de conocer (jñātam, jñeya y jñānam). La palabra proceso y transacción son importantes. Si juntamos estos tres componentes tiene lugar las operaciones cognitivas (jñāna vyāvahāras). También tenemos karma-vyāvahāras donde el conocimiento no está involucrado, en ellas contamos con el hacedor, objeto de la acción, y el proceso de hacer (kartā, kāraṇa, karma).

Shankara dice que Yo, ātma, trasciendo estas transacciones y cita el ejemplo, en este verso, de cómo surge la noción del conocedor, y por tanto, de cómo ocurre el proceso cognitivo. Naturalmente, la cuestión es si ātma estáinvolucrada en alguna transacción. Si ātma no está involucrada, ¿Qué es lo que está involucrado? Tenemos al conocedor, lo conocido y el proceso de conocer. Por la experiencia de conocer sabemos que sucede así.

Swami Paramarthananda, va a citar en sus comentarios a este verso la analogía del cuerpo de una persona que es reflejada de forma diferente según use espejos cóncavos o convexos. El cuerpo de una misma persona es reflejado de forma diferente si se mira a un espejo cóncavo o convexo. La misma persona aparece como más gruesa o delgada dependiendo del espejo en el que se mire, es decir, dependiendo de los atributos de medio o vehículo (el espejo) que utilice para mirarse. De igual forma la consciencia, que es sólo una, se refleja de manera diferente según las propiedades del medio vehículo donde se refleja. Swami Paramarthānanda dice que en el proceso de conocer lo involucrado no es la consciencia «originaria» sino la consciencia reflejada (cidabhasa). [1]

¿Y cuál es el mecanismo de este proceso? Soy la consciencia «originaria» y la mente o intelecto (buddhi) es el medio o vehículo material refractante, que es, por sí mismo inerte, donde el reflejo de la consciencia tiene lugar, donde se forma lo que llamamos la consciencia «reflejada» (cidabhasa). Esta consciencia reflejada está localizada en el intelecto (buddhi) y es conocido como el principio conocedor (jñāta). La consciencia «originaria» no es el conocedor, es solamente consciencia incondicionada. ¿Quién es el conocedor? La consciencia reflejada (cidabhasa) formada en la mente, es lo que llamamos el conocedor (jñāta). La mente cuando está expuesta al mundo externo a través de los sentidos es capaz de desarrollar diferentes pensamientos; cuando miro a una sabana la sabana entra en mi mente (como si entrase) y por ese contacto, surge un pensamiento en la mente; a este pensamiento le llamamos vṛtti. Los pensamientos surgen en la mente cuando está contacta el mundo externo. La mente o intelecto es un mero medio capaz de reflejar la consciencia. ¿Y cuál es la naturaleza del pensamiento? Es inerte por sí mismo. La mente también es inerte por sí misma. La mente es la refracción general o común (sāmānya cidabhasa) y el pensamiento es el reflejo particular (viśeṣa cidabhasa). La reflexión particular es conocida como conocimiento (jñānam), por ejemplo, el conocimiento de la vasija de arcilla.

La definición de conocimiento no es nada más que el reflejo de la consciencia, ¿De qué tipo? De un reflejo particular, de un pensamiento especifico. Cuando miro a una prenda de vestir, y obtengo esa modificación particular de la prenda (prenda-vrṭti). Ésta es iluminada por la consciencia, entonces hay conocimiento de la prenda (prenda-jñānam). Los pensamientos fluctúan constantemente y así el conocimiento y las experiencias también continuamente se mueven en la mente.

El conocedor es cidhabasa jñata, ¿Qué es el conocimiento? Vṛtti-cidabhasa-jñānam. Y cuando se junta es jñāna vyāvahāra. Cuando entramos en el estado de sueño profundo, el conocedor aparece disuelto o ausente y los pensamientos también desaparecen. Y lo mismo sucede con el pensamiento particular o específico (vṛtti-cidabhasa).

Cuando entramos en el sueño profundo, todas las transacciones cognitivas son suspendidas. Por un tiempo dejas ser un conocedor y no estás expuesto al mundo externo, y no surgen más pensamientos. ¿Qué pasa con la consciencia «original»? Continua presente pero no hay transacciones u operaciones cognitivas (jñāna vyāvahāra). Cuando la consciencia reflejada (ciddabhasa) está presente, el mundo fenoménico (vyāvahārika) está ahí; cuando la consciencia reflejada (ciddabhasa) se resuelve el mundo fenoménico (vyāvahārika) también se resuelve. Todos los vyāvahārikas pertenecen a cidabhasa. La consciencia transciende todas las transacciones u operaciones. A esto se le llama lógoca anvayavyāvahārika. Este problema es mencionado en la Mandukya Upaniṣad.

Ātma es existencia-consciencia-lo ilimitado, y la consciencia reflejada es el intelecto, buddhi. Cuando ambas están en proximidad, como el ejemplo del cuerpo y el espejo, se forma un reflejo. Si no están en proximidad, no hay reflejo. Cuando están en proximidad se genera el principio del conocedor (jñāta); la consciencia reflejada es generada por la combinación de la consciencia original más el medio o vehículo que es capaz de reflejar la consciencia original. [2]

Esta parte tenemos que añadirla porque no está mencionado en el verso. Los dos cidabhasas son generados en el proceso cognitivo. Y todas las cosas pertenecen solo a la consciencia reflejada. ¿Quién soy? No soy la consciencia reflejada, soy la consciencia «original». No tengo ninguna conexión con las transacciones. Los ignorantes se conectan con el mundo fenoménico, vyāvahārika, por confusión y falta de discernimiento. Me asocio con jñāna vyāvahāra. Soy la consciencia, que no está asociada con jñāna vyāvahāra

Śaṅkara esta condesando la esencia de la enseñanza vedántica a través de este método que consiste en śravanam y mananam y donde uno ha de conocer su verdadera naturaleza. Cuando tiene lugar tal inquisición, el conocimiento que el buscador recibe es ātmana svabhāva. La naturaleza de mi es existencia-consciencia-lo limitado, y nitya nirnala. Ānanda no debería traducirse como una felicidad experimental porque ésta es una condición mental. Cuando la mente se encuentra con una condición favorable, la mente tiene una modificación de pensamiento y es una felicidad basada en la experiencia, que está sujeta al tiempo, a la gradación y modificación. Tenemos la gradación de experiencias en el lenguaje, más feliz, el más feliz, etc.

Cuando hablamos de ātma ānanda no es felicidad basada en una experiencia, significa pūrṇatvam o ānantatvam, lo ilimitado. Y también soy eterno, atemporal y puro (nitya, nirmala). No estoy contaminado por ningún atributo. Incluso los atributos positivos son una impureza. El mérito (puṇyam) es incluso una impureza.

La persona ha de comprender su naturaleza y no es fácil porque no puedes concebir algo que sea omnipresente. Si intentas hacer una meditación sobre el espacio encuentras que es difícil. Por eso los upāsanās cambian durante la propia meditación. Hay combinaciones con formas (rūpas) diferentes. Por esa razón se prescribe una larga exposición (śravanam) a la enseñanza y a la resolución de dudas (mananam) hasta que la persona reconoce lo que ha re reconocer.


[1] Swami Paramarthānanda alude a la consciencia «originaria» pero sabiendo que, en realidad, es una manera de denominarla porque consciencia no hay más que una, la consciencia reflejada no es independiente de la consciencia «originaria», por eso es mithyā. El ejemplo del cuerpo y los dos tipos de espejos es útil porque ilustra muy bien la naturaleza única de la consciencia y el proceso de aparente multiplicidad. Un mismo cuerpo aparece ante un espejo como diferentes cuerpos sin que el cuerpo «original» sea modificado. En realidad no hay varios cuerpos sino varios reflejos de un mismo cuerpo.

[2] De nuevo Swami Paramarthananda se arriesga a usar palabras como “combinación” sabiendo que, en realidad, no hay tal combinación. La consciencia reflejada no tiene existencia por sí misma, al igual que el reflejo del cuerpo en el espejo convexo no tiene existencia independiente del cuerpo que está siendo reflejado por medio de un espejo. En este sentido hay que discernir algo más cuando Swami Paramarthananda usa algunas expresiones que pueden ocasionar, al manejarlas, cierta dualidad en el estudiante si cree que hay dos consciencias, una «original» y otra «reflejada». En este sentido, Swami Dayananda, el maestro de Swami Paramarhananda es mucho más preciso, hábil y diestro en manejar los conceptos y las expresiones. Por esta razón, recomiendo siempre verificar las clases de Swami Paramarthananda con las de Swami Dayananda y cotejar las diferencias posibles que existiesen a favor de Swami Dayananda. Cuestión que yo mismo realizaré en la segunda edición de estas clases puesto que según he cotejado a ambos profesores, me he dado cuenta de expresiones y acepciones algo irregulares que no pueden pasar por desapercibidas. Algunas han sido corregidas pero según las he ido publicando he advertido esa irregularidad en algunos pasajes de los comentarios. Por esta razón he añadido correcciones propias en el comentario y he adjuntado los comentarios de Swami Dayananda a este verso.

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