La meditacion sobre Yo soy Brahman destruye las dudas. Verso treinta y siete del Atmabodha
evaṁ nirantarābhyastā brahmai vāsmīti vāsanā
haratyavidyāvikṣepāmrogāniva rasāyanamAsí, la meditación sobre «Yo soy Brahman», ejercitada regularmente, destruye las dudas de la ignorancia, igual que la medicina rasāyana destruye las enfermedades.
Evam, así, de este modo | Avidyā-vikṣepa, duda, confusión nacida de la ignorancia |
Nirantara-abhyasta, regularmente, sin interrupción | Roga, enfermedad |
Brahman, Brahman | Iva, igual que, así como |
Eva, justamente, precisamente | Rasāyana, rama de la medicina Ayurverda que se ocupa del rejuvenecimiento y la longevidad |
√as, ser, existir | |
Iti, [fin de cita] | |
Vāsanā, la disposición interna, la impresión latente | |
√hr, destruir |
Así (evam), la reorientación que ha de llevarse a cabo consiste en contemplar y asimilar lo que se ha dicho en la enseñanza, de forma regular con el fin de destruir las dudas y la confusión nacida de la ignorancia. Que soy Brahman (Aham Brahma asmi) has de ser regularmente contemplado, una y otra vez, cada día, sin pausas, Niranta-abhyasta, sin interrupción, de forma regular.
Hay personas que dicen que necesitan una práctica; en efecto, si hay alguna práctica es precisamente esta, la de reorientar, la de cambiar la disposición interna que ha de someterse a una transformación mediante la meditación en la enseñanza, la contemplación en lo esencial de la enseñanza. ¿Y qué es lo esencial? Que soy Brahman y nada más. El «nada más» es Brahman. En el verso cita esta práctica que trae un cambio total, una reforma total en la persona. La meditación por la mañana, los rituales, la recitación, todo esto ayuda a que esta contemplación se aquilate. Cuando se va asimilando, ¿qué sucede? Harati avidyā-vikṣepān. Harati es destruir, llevarse, eliminar. Por eso se dice Hara Hara Shiva. El Señor es Hari, aquel que se lleva por delante, que destruye, en este caso, las dudas, la confusión nacida de la ignorancia, avidyā-vikṣepān. Como la medicación y tratamiento de rasāyana destruye la enfermedad. De igual forma la medicación del vēdanta se hace cargo de la enfermedad del saṁsāra