El cuerpo surge del karma y es el lugar de la experiencia. Verso doce del Atmabodha.

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Verso doce del Atmabodha

pañciḳṛtamahābhūtasambhavaṁ karmasañcitam
śariraṁ sukhadukuḥkhānāṁ bhogāyatanaucyate ||

El cuerpo (físico), surgido del las acciones pasadas (sancita-karma) y conforme a los elementos bastos –hechos de los cinco [elementos puros] — es considerado como «el lugar de la experiencia del placer y el dolor».

 

pañci-kṛta, quíntuple, compuesto a partir de cinco śarīra, cuerpo
mahābhūta, elemento basto, denso sukha-duḥkha, placer y dolor
sambhava, naturaleza, origen, surgir, nacer bhoga-āyatana, lugar de la experiencia
karma-sañcita, karmas pasados, hecho de karmas √vac, decir, llamar

En los primeros cinco versos, Shankara ha presentado una perspectiva global del viaje espiritual. La fase inicial consiste en la adquirir los requisitos de madurez para hacerse apto al conocimiento espiritual; la fase posterior consiste en adquisición de ese conocimiento espiritual que libera.

La primera fase es conocida como jñānam-yogyatā-prāptiḥ. Consiste en la adquisición de los requisitos necesarios para poder asimilar el conocimiento. La segunda fase es jñānamprāptih, la adquisición misma del conocimiento. No hay elección en este viaje. Cada uno ha de conseguir jñānam-yogyatā-prāptiḥ primero y después jñānam (conocimiento) finalmente.

Esta labor puede llevar varias vidas. Tenemos elección en el tiempo pero no en los pasos de la sādhana. Desde el verso seis hasta el catorce, Śaṅkara va a elaborar este viaje señalando la importancia del conocimiento y su necesidad. ¿Por qué sólo el conocimiento libera? Porque lo que esclaviza es la ignorancia, solo el conocimiento puede vencer la ignorancia que vela la naturaleza del ser. La oscuridad sólo puede desaparecer mediante el resplandor de la luz y el error de las superposiciones causado por la ignorancia sólo puede ser resuelto mediante la verdad. Sólo cuando estamos convencidos de la necesidad del conocimiento seremos sinceros buscándolo. Cuando alguien tiene un problema de salud y el médico le dice que si no anda o no hace ejercicio tendrá problemas, a esa persona no le queda otro remedio que hacer ejercicio. El valor de andar se hace importante y la persona es sincera. Antes esa persona sabía que andar era bueno pero no sabía la importancia que tenía. Su valor aumenta en función de su situación. Igualmente, cuando la persona entiende el problema del saṁsāra (el devenir) y el rol del conocimiento, entonces, existe convicción de la necesidad del conocimiento. Existe jijñāsā, una búsqueda comprometida y sincera. No es curiosidad por saber más, o acumular información. No es una búsqueda académica. El jijñāsu ha comprendido que eliminar la ignorancia que vela la realidad del ser resulta en la liberación. En algunas personas ese compromiso se hace más serio hasta el punto que renuncian a todo lo demás y esta búsqueda se hace su objetivo prioritario.

A partir del verso dieciséis, Śaṅkara habla de cómo conseguir ese conocimiento. Hasta el quince trata de los porqués del conocimiento mostrando cómo todos nuestros problemas son proyecciones causadas por la ignorancia de uno mismo. Los problemas en el sueño son causados por las proyecciones del sueño. Son proyecciones basadas en la ignorancia. ¿Ignorancia de qué? De mi naturaleza verdadera. La naturaleza no dual de ātma como sat-cit-ananda (existencia-consciencia-ilimitación) no es conocida.

Esta proyección dualista es la causa de todos los problemas. Esta proyección de la dualidad, dvaita-adhyāsa, divide en dos: la macro-proyección de un macro-cosmos y la micro-proyección de un micro-cosmos. La macro-proyección consiste en la totalidad del universo conocido y desconocido, que incluye espacio, tiempo, los elementos, los catorce mundos, etc. En el ejemplo del sueño, la macro-proyeccion es la totalidad del mundo soñado. La segunda proyección es individual, en el ejemplo del sueño, fabricamos un cuerpo individual para nuestro propio uso dentro del sueño. Es la proyección de un cuerpo, śarīram-adhyāsa. Ambas proyecciones son superposiciones (adhyāsa). Tal y como en el sueño cada suceso no se encuentra fuera de la conciencia del durmiente; de la misma manera, a un nivel macro-cósmico, cada acontecimiento y cada ente no se encuentran fuera del Señor. El Señor no es otra cosa que Brahman (la consciencia) más māyā upādhi.[1]

Mientras que ambas proyecciones no sean vistas como lo que son, habrá todo tipos de problemas: mortalidad, comparación, odio, apego, aversión, problemas físicos, emocionales, sociales, etc. Los problemas sociales o físicos no desaparecerán en el mundo fenoménico pero no nos causarán conflictos porque sabremos que son superposiciones.

En el verso anterior Shankara cita la superposición de atributos tales como la condición social superpuestos en el ser. A menudo podemos ver una serpiente ahí donde se encuentra la cuerda, sin embargo, el conocimiento nos hace ver que la serpiente no es nada más que es una proyección o superposición (adhyāsa), y la serpiente no es otra cosa que la misma cuerda; La cuerda parece serpiente. De forma similar, ātman-Brahman aparece como una micro-proyección, la de individuo y como una macro-proyección, aparece como universo pero ātman-Brahman sólo es Brahman. Brahman con māyā upādhi es la causa eficiente (todo conocimiento) y la causa material inmutable (vivarta-upādāna-kāraṇa) que presta la existencia. Māyā, en sí misma, es considerada como el universo (jagat) siempre cambiante y aparente, de modo que māyā es también pariṇāmi-upādāna-kāraṇa (la causa material que está sujeta a modificaciones para convertirse en el efecto). Brahman (la consciencia) con el poder de māyā (māyā upādhi) se manifiesta como el universo entero incluyendo todos los seres. La consciencia ilimitada, siendo ilimitada, no sufre ninguna modificación. Debido al māyā upādhi, Brahman sin sufrir cambios, se manifiesta en la forma de todo conocimiento. Todo conocimiento significa todos los nombres y sus significados, o todos los nombres y las formas, nāma-rūpa, que aparecen en el mundo.

A partir del verso doce al quince Shankara habla de los tres cuerpos (śarīram), al igual que la piel cuenta con varias dermis. En el śastra aparecen mencionados tres cuerpos: físico-anatómico (sthūla) , sutil (sūkṣma) y causal (kāraṇa). Cada cuerpo conduce a varios errores. Y cada error conllevará diferentes variedades de saṁsāra. Cada cuerpo contribuye con un conjunto de superposiciones Vyādhi, es un problema físico. También hay problemas emocionales. El cuerpo físico (sthūlaśarīram) es visible, concreto y tangible. Está compuesto de cinco elementos densos o bastos llamados sthūla bhūtani, hecho de cinco elementos, panciḳrta-bhūtani. Los elementos densos o bastos son concretos, visibles y sujetos a modificación. De los tres cuerpos, el cuerpo físico es el que tiene una duración menor. Sólo persiste una vida, un janma. El cuerpo físico sirve como residencia temporal para el jivātman (el individuo identificado con el cuerpo). La renta que se ha de pagar para usar el cuerpo físico es la renta del karma en la forma de méritos y deméritos. Ya hemos pagado, dependiendo del tipo de karma, un cuerpo diferente.

Pañci-kṛta-mahābhūtasambhava, el cuerpo es surgido de los mahābhūta (los elementos densos, literalmente “grandes”). De la combinación y autodivisión quíntuple[2] (pañci-kṛta) entre ellos surgen todos los cuerpos. ¿Cuál es la renta que hemos pagado para este cuerpo? Karma-sañcita, surge de las acciones pasadas. Si el karma es propicio, el cuerpo nace saludable. Si nace con problemas, ¿Por qué debe suceder esa situación? Por karma. Surge por Karma-sañcita, surge, como consecuencia del karma (la acción). Si se ha obtenido por karma, no culpes a nadie más, no culpes a tus padres. Si es obtenido por karma soy responsable, así que mejor que acepte el cuerpo con sus deficiencias intrínsecas. El cuerpo está sujeto al cambio constante, al asalto inexorable del tiempo. La palabra śarīram deriva de sree, que significa sujeto a aflicción, sujeto a cambios.,

bhoga-āyatana, el cuerpo es la residencia temporal donde se experimentan los frutos de la acción (karma phala) meritorios (puṇyam) o demeritorios (pāpām) en la forma de situaciones agradables (sukha)o desagradables (duḥkha). En esta residencia contactamos con el mundo externo. En el sueño el contacto con el mundo exterior se pierde. Mi control es muy limitado, no puedo decidir las noticias del periódico. La tecnología hace que se conozca más de lo que sucede en todas partes, la mente no es capaz de resistir tantas malas noticias que vienen en las noticias, en mi email, en la tv, en el móvil, etc. Cuanto más me expongo, mayor es el placer y el dolor (sukha-duḥkha). Todos esos sukhas-duḥkhas los experimento en el cuerpo que es el lugar donde tiene lugar la experiencia.

Expandimos la tecnología pero no incrementamos nuestra fortaleza mental. Es una de las razones por las que hay más sufrimiento hoy. Hay demasiadas cosas entrando en la mente y la mente no tiene la suficiente fortaleza.


[1] Hemos dicho anteriormente que un upādhi es un factor limitante o condicionante. El upādhi es capaz de crear un cambio aparente en un objeto sin modificar el objeto. Por ejemplo, si tomamos un diamante y un plástico transparente rojo, al colocar el plástico entre la luz y el diamante, éste parecerá rojo, sin embargo, el diamante, en realidad, no tiene color rojo. Lo mismo sucede con el universo y el individuo. El upādhi de māyā produce un cambio aparente en Brahman, sin modificarlo, y Brahman se manifiesta como el universo o como un individuo gracias al poder de māyā upādhi. Māyā es el upādhi de Īśvara (El Señor) que representa la creación de mythyā (lo existente pero de forma dependiente de algo más). Īśvara (El Señor) no es nada más que Brahman (la consciencia) con todas los nombres y formas, todo el universo conocido y desconocido, manifestado e inmanifestado, es decir, la macro-proyección del universo que incluye a todos los seres, a todos los nombres y formas. El individuo (jīvā) es el mismo Brahman con otro upādhi más “pequeño” que parece limitar a Brahman y se manifiesta o refleja como un individuo. La diferencia entre Īśvara y el individuo reside en que Īśvara controla el poder de māyā y tiene los atributos, al ser una macro-proyección de omnisciencia, ominipotencia, etc. El individuo al ser una micro-proyección aparece como limitado en poder, conocimiento, etc. puesto que su cuerpo es individual y el de Īśvara es un cuerpo cósmico.

[2] Ver la obra TattvaBodha sūtras …. Para una explicación del proceso de creación del universo físico y del proceso de combinación de los elementos bastos o densos.

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